A pocas semanas de finalizar el ciclo legislativo, no hay indicios de cuál será la partida oficial que se le destinará al Presupuesto.
Pese a que hay que dar cuenta de la posibilidad de relegar la sanción del Presupuesto para el año próximo, fuentes oficiales desmintieron ese rumor y afirmaron que, si bien no se votará antes del 10 de diciembre, se hará antes de finalizar el ciclo legislativo 2007. Si bien el Presupuesto oficial ingresó al Palacio el pasado 28 de septiembre, de la mano del ministro de Hacienda porteño, Sergio Beros, está dando vueltas otra partida presupuestaría que, según dejaron trascender, sería el Presupuesto que el electo jefe de Gobierno porteño aspira alcanzar. El mismo prevé 3.000 millones de pesos más que el enviado por el Ejecutivo comunal.
El Presupuesto que quiere el ingeniero planea recaudar 3.000 millones de pesos de la siguiente manera:
- Solicitar un crédito a un organismo extranjero (500 millones de dólares).
- Recaudar 1.000 millones de pesos en ingresos brutos, ya que va a sufrir un incremento del 17 por ciento.
- Recaudar entre 400 y 500 millones del ABL del año próximo, que se dará por el aumento impuesto.
Algo que no se puede pasar por alto es que ese Presupuesto es el más alto de toda la historia de la ciudad e incluye un endeudamiento.
Una explicación al porqué Mauricio Macri necesita más fondos para el año entrante podría ser que pretende sancionar una serie de normas que requieren una fuerte inversión, tales como: la ley de ministerios, la creación de una agencia de control comunal, agencia de incorporación tecnológica en la ciudad y una agencia de turismo, que pretende brindar crear una ciudad digital, entre otras.
Sin embargo, el presupuesto “simbólico” del ministro Sergio Beros fue más modesto y estipuló gastos por 11 mil millones de pesos. Claro está que no planificaba tantos gastos extra. De todos modos, el encargado de ejecutar el Presupuesto para el año entrante será Néstor Grindetti, que asumirá en su función a partir del 10 de diciembre, en lugar del actual ministro de Hacienda.
Otra de las particularidades del Presupuesto 2008 es que no va a haber ronda de ministros, como ocurre habitualmente.
Esta particular transición, ya está dando que hablar dentro del Palacio y se empiezan a percibir las tensiones desde los diversos sectores hacia el bloque del PRO, que está convulsionando al resto del cuerpo. Si se tiene en cuenta que la oposición va a ser la del bloque Frente para la Victoria, difícilmente apruebe las cifras presentadas desde el macrismo. Por lo tanto, no se votarían ninguno de los dos, sino el que se logre consensuar dentro de la Comisión de Presupuesto, Hacienda, Administración Financiera y Política Tributaria de la Legislatura.
Otro de los argumentos expuestos desde el macrismo, respecto al aumento de la partida presupuestaria, es que la ciudad posee un “default” en todo lo que concierne a infraestructura, ya sea de mantenimiento, de obra pública o edilicios.
Por esa razón, están analizando la posibilidad de realizar una futura reforma en la Carta Orgánica del Banco Ciudad, donde proponen en un punto “repartir dividendos con su principal accionista”, el Ejecutivo Comunal. Con ello, quieren devolver ese dinero a los vecinos, invirtiéndolo en obras en hospitales u establecimientos educativos.
Asimismo, desde el PRO pretenden modificar la actual estructura del Directorio y destinar un director para cada sector. Finalmente, proyectan ahorrar más dinero reduciendo la planta de los empleados contratados, cosa que desde el bloque del actual jefe de Gobierno capitalino, Jorge Telerman, niegan que suceda.
Lo paradójico de este endeudamiento presupuestario que plantea Macri es que están enfocándose en el déficit que el Gobierno saliente va a dejarles, y es un tema que les preocupa. Sin embargo, ese Presupuesto propone un endeudamiento de más de 3 mil millones de pesos… hay algo que no está claro todavía.
Lo cierto, es que se habla de un principio de acuerdo dentro de la mesa chica de la Comisión de Presupuesto del Palacio, conformada por el presidente de la comisión Juan Manuel Olmos (FpV), Diego Santilli (Juntos por Buenos Aires) y Alejandro Rabinovich.
Desde la oposición, el bloque K acusa al macrismo de querer avalar cambios en las partidas presupuestarias destinadas a la salud y la educación.
En ese sentido, el presidente del bloque FpV, Diego Kravetz, explicó: “Estamos en una etapa muy especial en la institucionalidad de la Ciudad, donde cohabita un gobierno entrante y uno saliente. Nos plantean que hay que sacarle dinero a la Salud y a la Educación para otras cuestiones. No estamos de acuerdo y vamos a discutirlo voto a voto”.
“El kirchnerismo no avalará cambios en las partidas, la salud y la educación son áreas sensibles y no queremos tocar un peso”, afirmó el legislador.
El tratamiento de la próxima partida presupuestaria para 2008 se pretende votar antes de fin de año, pero eso va a depender del bloque K que es el único que puede trabar la discusión. Todos le temen al endeudamiento, porque, si bien con la actual conformación al bloque PRO le sería muy difícil lograr captar los votos del resto del cuerpo, para que el presupuesto salga tal como lo quiere Macri, debido a que los legisladores no quieren “aprobar una norma con el nivel de endeudamiento que el macrismo piensa proponer”, algo que podría convertirse en un punto en contra para la oposición del macrismo, es que el presupuesto sea aprobado después de la asunción del PRO, ya que tendrían el aval de todo su equipo. En cambio, si se aprobara antes de esa fecha, tanto el FpV como la Coalición Cívica y los otros bloques que integran el recinto podrían oponerse y acordar un acuerdo conveniente para todo el cuerpo legislativo.
Sin embargo, no cabe duda alguna de que el Presupuesto será moldeado de acuerdo con las prioridades que dará el jefe comunal electo, Macri, para su futura gestión, más si se votará después del 10 de diciembre, día de la asunción, ya que estará todo el macrismo completo en el recinto y se asegurará 28 votos, más los otros que necesita captar para que sea aprobado el presupuesto 2008.