34 comisiones perderán su presidente a partir del 10 de diciembre en ambas cámaras. Esto abre múltiples incógnitas. ¿Quiénes serán sus reemplazantes? Adelanto de la pelea que se viene
Por Pablo Winokur
Ser presidente de una comisión tiene varios significados políticos. Por empezar, quien se sienta sobre ese sillón maneja al menos una parte de esa área durante los años de su mandato. El diputado Héctor Recalde -que logró dar media sanción a varios proyectos sobre los derechos laborales- es un buen ejemplo. Algo similar -aunque opuesto- se puede ver en el Senado donde el vicepresidente (y hombre fuerte) de esa misma comisión, Julio Miranda, logró trabar algunas medidas como la corresponsabilidad gremial para los trabajadores rurales.
La presidencia de una comisión además tiene connotaciones políticas. Encabezar alguno de estos cuerpos especiales permite al diputado tener más presupuesto, más empleados, más viajes… en síntesis, más poder.
El reparto final de las comisiones deja entrever quiénes fueron los vencedores y vencidos en la última elección legislativa. Los ganadores siempre se quedan con las comisiones estratégicas, mientras que la segunda fuerza recibe las menos importantes, las decorativas. Por lo tanto, la distribución de las mismas no sólo sirve como un mapa para entender cómo están las cosas a nivel nacional (entre el oficialismo y oposición), sino también para leer cómo quedaron alineadas las distintas fuerzas al interior de la coalición gobernante. Cabe preguntarse en este punto: ¿cuántas comisiones cederá el justicialismo a sus socios radicales, socialistas y renovadores K? ¿cuántas comisiones le dejarán los kirchneristas puros a los ex duhaldistas alineados con el FpV? ¿Qué lugar se les dará en el reparto a los ex ministros Carlos Tomada y Daniel Filmus? ¿Se los premiará por su fidelidad?
Los que se van del Senado
Apenas siete legisladores que presiden comisiones abandonarán formalmente sus despachos. Una de ellas -la salteña Sonia Escudero- probablemente salga por la puerta giratoria que da a la calle Hipólito Yrigoyen, pero vuelva a entrar sin pisar la calle. La titular de Seguridad Interior y Narcotráfico va por su reelección, detrás del actual gobernador Juan Carlos Romero.
Pero otros dejarán sus comisiones para siempre, o al menos por los próximos seis años. Vilma Ibarra no estará más al frente de Justicia y Asuntos Penales, al menos en el Senado; su nombre suena para estar al frente de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados.
La baja que más sentirá el oficialismo será seguramente la de Jorge Capitanich, quien capitaneó Presupuesto y Hacienda durante los últimos seis años. Aquí se necesita una persona con muchos conocimientos, rápido de lengua y conocedor de los secretos parlamentarios. Hoy nadie reúne plenamente esas condiciones. Pero el que más suena para ocupar la estratégica comisión es el mendocino Celso Jaque, siempre y cuando no logre la gobernación de su provincia. En segundo lugar figura la porteña Mercedes Marcó del Pont, si logra ingresar a la Cámara. También están en carpeta los nombres del correntino Fabián Ríos y el formoseño José Mayans.
La radical Alicia Mastandrea dejará la Comisión de Industria. En su lugar podría ir su correligionario chaqueño Roy Nikisch.
Educación es otra de las comisiones clave. Amanda Isidori (UCR) deja su banca y la presidencia. ¿Tendrá el Gobierno reservado ese lugar para el ministro de Educación saliente, Daniel Filmus? La lógica debería indicar que sí, pero eso impondría birlarle otra comisión a la oposición. Pero el antecedente de Rafael Bielsa -quien pasó de canciller a diputado raso- demostraría que no necesariamente los ministros que llegan al Congreso reciben cargos. En caso de que se quiera premiar al ex candidato a jefe de Gobierno se le debería ceder al radicalismo otra comisión importante. Tal vez Justicia podría volver a manos radicales.
Recursos Naturales y Medio Ambiente está en manos de Luz Sapag, del Movimiento Popular Neuquino. Probablemente, siga siendo para uno de los hombres que ingresa por ese espacio político: Horacio Lores o Zulma Reina.
Turismo hoy es presidida por el santiagueño Rubén Mera, quien también deja su lugar.
Si bien no finalizan sus mandatos, otros senadores podrían abandonar las presidencias de sus comisiones. La más importante es la de Asuntos Constitucionales que actualmente preside Cristina Fernández de Kirchner, quien gane o pierda dejará esa comisión. ¿Por qué si pierde? Porque nadie imagina cuota alguna de poder para el kirchnerismo para el más que hipotético caso de que pierdan el poder.
Si la hoy primera dama llega a la presidencia, Nicolás Fernández podría asumir en su lugar.
El cordobés Roberto Urquía -quien se postula como candidato a diputado, pese a que le quedan dos años de mandato- dejará la presidencia de Economías Regionales y Pymes. En su lugar podría acceder la riojana Ada Maza, hoy vicepresidente.
Con menos chances de concretar sus aspiraciones aparecen el candidato a gobernador de Mendoza Celso Jaque (titular de Infraestructura, Vivienda y Transporte), cuyo cargo quedaría para el ingeniero puntano Daniel Pérsico, en caso de que el mendocino gane en su provincia.
Más lejos aún, Gerardo Morales quiere dejar la Comisión de Trabajo y Previsión social y recalar como vicepresidente. Hoy las encuestas le son adversas.
Mucho recambio en Diputados
En la Cámara baja el panorama es aún más complejo. Sobre un total de 45 comisiones, 23 quedarían sin cabeza, incluyendo la de Educación, dado que Blanca Osuna se iría al Senado. De este modo, el 53 % de los presidentes de comisión dejarán sus bancas.
En Diputados, donde se renueva la mitad del cuerpo, es casi imposible predecir la futura composición y mucho menos las presidencias de las comisiones. Al menos se puede contar quiénes se van.
Juan Manuel Urtubey dejó Asuntos Constitucionales, que preside desde la gestión de Eduardo Duhalde. Su cargo podría quedar para la futura ex senadora Vilma Ibarra.
La cordobesa Ana María Monayar dejará Legislación General. En su reemplazo seguramente asumirá un comprovinciano.
El radical Víctor Zimmermann dejará la titularidad de Ciencia y Tecnología y la justicialista Rosario Romero no comandará más las cuestiones vinculadas a Legislación Penal.
Tampoco serán de la partida Aníbal Stella (Finanzas), Hugo Toledo (Comercio) y Lucrecia Monti (Discapacidad), todos del Peronismo Federal.
Por parte del FpV dejarán sus lugares además Osvaldo Nemirovsci (Comunicaciones e Informática), Zulema Daher (Transportes), María De la Rosa (Economías y Desarrollo Regional), Eduardo De Bernardi (Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios), Gerónimo Vargas Aignasse (Peticiones, Poderes y Reglamentos), Heriberto Mediza (Juicio Político) y el extrapartidario Miguel Bonasso (Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano). De este grupo la salteña Beatriz Daher, el tucumano Gerónimo Vargas Aignasse, el bonaerense Aníbal Stella y el porteño Miguel Bonasso van por su reelección.
Por la UCR dejan sus presidencias Luis Borsani (Economía), Lucia Garín de Tula (Prevención de Adicciones y Control del Narcotráfico), Roberto Costa (Asuntos Cooperativos, Mutuales y Organizaciones no Gubernamentales), Ricardo Jano (Mercosur) y Silvana Giudici (Libertad de Expresión). Esta última y Luis Borsani son los únicos que buscan renovar su mandato.
De otras fuerzas cesan en su rol de diputados -y de titulares de comisión- el hombre del Frepobo Carlos Dellepiane (Seguridad Interior), Roberto Lix Klett (Desarrollo Humano y Población) y el pattista Juan Carlos Bonacorsi. Ninguno buscará renovar el mandato, a excepción de Bonacorsi quien se encuentra muy lejos en las listas del PRO.
Será el día después. Como se sostuvo desde las páginas de Parlamentario durante los últimos meses, buena parte de los resultados de las elecciones de octubre se empezarán a cocinar a partir del 29, cuando estén echadas todas las cartas. A partir de allí se verán las futuras alineaciones en la Cámara baja.
En Diputados habrá 23 presidencias por las cuales disputarán los bloques puertas adentro y puertas afuera. En el Senado, todo parece más fácil. Aunque habrá que ver quién ocupará algunas posiciones que sin dudas fueron claves en estos años de gestión. Y por sobre todo, el 29 se sabrá quiénes ganaron y quiénes perdieron en la estima y el favor del matrimonio presidencial.