La líder de la Coalición Cívica se resistió a admitir que el oficialismo se había impuesto en primera vuelta por cuanto todo se basaba en las bocas de urna y un lento escrutinio. Después, ponderó la actuación del sector y se autodefinió como la segunda fuerza.
Recién alrededor de la 1, Elisa Carrió aceptó el resultado de la elección presidencial. Para entonces se había escrutado el 45 por ciento de las mesas y ahí consideró Carrió que la tendencia era “más o menos clara”.
La candidata de la Coalición Cívica apareció junto a su candidato a vice, el senador Giustiniani, y felicitó a la ganadora. Pero también rescató que su sector se convertía en “la segunda fuerza pública del país”, habiendo ganado “por un amplísimo margen en las grandes ciudades”.
Resaltó que lograron dos senadores nacionales y dos diputados nacionales por la Capital Federal y tuvieron “un enorme triunfo en Rosario” y “casi” empata en Santa Fe.
“Somos la segunda fuerza indiscutida en la provincia, con Margarita Stolbizer haciendo una gran elección, y sumamos 7 diputados nacionales en la provincia. Ganamos en La Plata, Mar del Plata, Bahia Blanca y otras ciudades”, puntualizó.
Paralelamente Carrió anunció que cumplirá con su promesa de retirarse de la vida activa de la política. “No me verán más en el Parlamento y a partir de mañana comenzaré a trabajar en la agrupación Mujeres por la Paz y la no Violencia. Termino esta elección como quería, siendo una ciudadana libre sin cargo y al servicio de la Nación”, dijo.
