El jefe partidario descartó de plano integrarse con sus correligionarios kirchneristas en el Parlamento.
Gerardo Morales criticó a los radicales K y anunció un encuentro de dirigentes partidarios para evaluar el camino a seguir por el partido.
El senador jujeño informó que en la tercera semana de noviembre la UCR realizará una amplia reunión en el Comité Nacional, a la que asistirán las autoridades electas y dirigentes de todo el país para analizar el camino a seguir y planificar las acciones hasta fin de año.
En tanto, el compañero de fórmula de Lavagna dijo que la UCR será "inflexible" con los radicales K, y que debe haber "un quiebre entre quienes apoyan al Gobierno y nuestro partido, que es de oposición". Por tal motivo, el senador jujeño descartó totalmente que los legisladores radicales K se sumen a los bloques de la UCR en ambas Cámaras del Congreso, y destacó que su partido seguirá siendo la segunda fuerza, pese a la pérdida de bancas.
El ex candidato a vicepresidente de Roberto Lavagna aclaró que "el radicalismo no se convertirá en una máquina de impedir, sino que dará batalla con un matiz propio" y se preocupó en reiterar que a su juicio la elección de la UCR “fue muy buena, pese a que esperábamos acceder al ballottage y obtener un triunfo, pero los 17 puntos logrados son muy importantes".
En tal sentido, Morales destacó que la fuerza obtuvo 12 diputados, de los que tres son de Córdoba, dos de Buenos Aires, y uno de Jujuy, capital, La Plata, Buenos Aires, Tucumán, Entre Ríos, Corrientes y Chaco. "Y ojo que son radicales de paladar negro, no hay ninguno de los infieles", expresó en relación con los denominados "radicales k", que participan de la Concertación Plural con el gobierno del presidente Néstor Kirchner.
Criticó duramente a Julio Cobos, gobernador de Mendoza y vicepresidente electo en la fórmula de Cristina Fernández, considerando que su expulsión del radicalismo "no tiene vuelta de hoja".
Dijo al respecto que "Cobos está echado. Se le garantizó el derecho a defensa, no se le negó ningún derecho", sugiriendo que en las próximas semanas el partido comenzará a analizar sanciones para otros gobernadores y dirigentes que hayan adherido a la Concertación.
"Tal vez (el gobernador de Río Negro Miguel) Saiz sea el próximo, no sé. Eso no lo resuelvo yo sino la convención partidaria", afirmó.
Dijo que "los K deberán ponerse las pilas con la Concertación y trabajar ahí, lejos del radicalismo, que ahora deberá trabajar mucho para reconstruir su sistema partidario" y destacó que los "tres mosqueteros radicales k perdieron: el mismo Cobos, Miguel Saiz y Daniel Katz". Consideró que el partido transita una de las crisis más importantes de su historia y lo comparó con la época en la que un sector se escindió para formar la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI).
Manifestó especial preocupación por la situación del partido en Capital y Buenos Aires, donde registró malos resultados y una llamativa dispersión, a diferencia de Córdoba donde se impuso Lavagna.
En declaraciones formuladas en esta capital, Morales se manifestó a favor de "seguir con las sanciones" a los dirigentes de su partido que se sumaron a la Concertación impulsada por el Gobierno, y adelantó que convocó para el miércoles próximo en esta capital a los "radicales puros" electos ayer para cargos parlamentarios, para analizar la situación partidaria y elaborar "una agenda de trabajo".
Respecto de los gobernadores radicales K, consideró que "habrá que convocar a la Convención Nacional" de la UCR -máximo órgano partidario- para tomar una resolución "definitiva e inflexible" sobre ellos.
Morales dijo que se adoptará "una actitud muy intransigente, con conducta y disciplina" para enfrentar al sector K de su partido, porque "ellos creen que con el poder y la plata se puede todo, y esa nunca fue la matriz ética del radicalismo".