La Coalición Cívica busca confirmarse como primera minoría en la Cámara de Diputados y aprovechar su excelente elección en cuanto a senadores, posicionándose en ese ámbito. Por eso prestamente está trabajando para cumplir con la primer demanda que se impone para lograr sus objetivos: capitalizar mediáticamente lo logrado el último domingo.

Para eso, desde el lunes están trabajando para imponer la sensación que buscó impulsar su líder, Elisa Carrió. La de encarnar la principal oposición al Gobierno.

Voceros del sector ya anunciaron que la Coalición funcionará como interbloque en ambas cámaras, dividiendo las presidencias. En la Cámara alta, el ex candidato a vicepresidente, Rubén Giustiniani, será quien presida la bancada, en tanto que Adrián Pérez reemplazará a Eduardo Macaluse al frente de la bancada de Diputados.

En esa cámara, se formará un interbloque entre el ARI, el Partido Socialista y los diputados votados el último domingo por la Coalición Cívica, y que sumará alrededor de 35 legisladores.

Claro está que esa es la hipótesis de máxima, ya que por lo bajo algunos legisladores del ARI anticipan que no integrarían el mismo bloque que otros de los elegidos el domingo, de ahí que se pueda imaginar que ese número podría descender, aunque no mucho.

Por lo pronto, están discutiendo un escaño de la provincia de Buenos Aires, por cuanto el escrutinio definitivo podría confirmar el acceso de un noveno diputado por ese distrito. En ese caso, el beneficiado sería un dirigente socialista, Ricardo Cucovillo.

En cuanto al Senado, desde diciembre contarán con cinco miembros. Ellos son, el socialista Giustiniani, más los recientemente electos María Eugenia Estenssoro y Samuel Cabanchik, de Ciudad de Buenos Aires, y los fueguinos José Carlos Martínez y María Rosa Díaz.