Los radicales se reivindican como la segunda fuerza del Parlamento.
Desde el lunes, la Coalición Cívica viene pregonando que se ha convertido en la primera minoría de la Cámara de Diputados. Lo hizo en la misma línea en la que la conductora del sector, Elisa Carrió, se autodefinió como jefa de la oposición.
Los radicales anticiparon ya que venderán cara su derrota y no serán un hueso fácil de roer.
La fórmula de UNA dio una conferencia de prensa en la que el ex candidato a vice, Gerardo Morales, aclaró que "vamos a seguir trabajando con Lavagna".
"Como partido somos la segunda fuerza, tanto en Diputados como en el Senado, no lo es la Coalición Cívica como se quiere instalar", remarcó el presidente de la UCR, quien insistió en pedir que "esto quede claro, somos segunda fuerza como partido".
El mensaje estuvo dirigido a la Coalición Cívica, desde cuyo seno la bonaerense Margarita Stolbizer reclamó que "ojalá los radicales se den cuenta y vengan a la Coalición Cívica".
Morales insistió en que su partido hizo el domingo una elección digna, pese a estar dividido en tres, y remarcó que en el encuentro de Córdoba se dará un fuerte debate sobre los "errores estratégicos que se han cometido en la provincia de Buenos Aires, Santa Fe y Capital", adelantó Morales, pero seguramente se pondrá sobre la mesa el tema de los radicales K que buscan la conducción del partido cuando se elijan las nuevas autoridades del Comité Nacional.
Una de las cuestiones será si se continúa con la expulsión de los K, tal como se hizo con el vicepresidente electo Julio Cobos.
Además, está pendiente la situación del gobernador rionegrino Miguel Saiz que podría ser expulsado del partido, según adelantó Morales durante una rueda de prensa realizada el lunes pasado.
De la reunión realizada en la sede del Comité Nacional participó el titular del radicalismo cordobés, Mario Negri.
Precisamente, la UCR eligió Córdoba para la cumbre de noviembre ya que en esa provincia Una Nación Avanzada logró el primer puesto en las elecciones.