El ex presidente de la Nación y quien fuera secretario administrativo del Senado y hoy es el principal denunciante de los supuestos sobornos en ese ámbito, durante la gestión aliancista, confrontaron ante el juez federal Daniel Rafecas, quien es el magistrado que investiga las irregularidades que habrían sucedido en la aprobación de la ley de Reforma Laboral.
El eje del encuentro fue determinar qué sucedió en una reunión supuestamente realizada a fines de abril de 2000 en la Casa de Gobierno cuyo sillón principal ocupaba por entonces Fernando de la Rúa. Estuvieron frente a frente precisamente este último y su denunciante, Mario Pontaquarto, convertido desde hace ya un buen tiempo en el principal motor de las denuncias en torno al supuesto pago de sobornos para la aprobación de la reforma laboral.
Previsiblemente, cada parte se mantuvo en sus dichos y el juez Daniel Rafecas deberá ahora decidir los pasos a seguir.
Según contó el arrepentido Pontaquarto, él ratificó sus dichos referidos a la supuesta reunión con De la Rúa, mientras que el ex mandatario negó todo. Luego, se habló del grado de conocimiento que el ex presidente tuvo con su interlocutor, y ahí existió la principal variación sobre anteriores dichos, según confió Pontaquarto.
“Esta vez el Presidente (SIC) ha variado la opinión, porque dijo que si bien no tenía estrecha relación conmigo, me conoció bien”, contó a la prensa Mario Pontaquarto.
En efecto, luego los abogados del ex mandatario precisaron que los protagonistas del careo "se conocían desde antes" de los hechos investigados, fijando De la Rúa la época de su conocimiento con Pontaquarto desde 1983, cuando asumió el gobierno constitucional de Raúl Alfonsín.
El ex mandatario se mantuvo en sus trece, sosteniendo que en la Casa de Gobierno no se realizaban reuniones secretas, y volvió a hablar de una “operación política” que, en su momento, “causó el derrumbe de mi gobierno”.
De la Rúa aclaró que asistía a ese trámite judicial para “desmentir categóricamente esta infamia”.
Así lo precisaron los defensores del ex mandatario, Miguel Ángel Almeyra y Jorge Kirszembaum.
A su vez, Pontaquarto dijo haberse encontrado con un De la Rúa “totalmente caído”.
De la Rúa llegó minutos antes de las 11 al tercer piso del edificio de Comodoro Py 2002, de esta Capital; donde instantes antes había arribado Pontaquarto junto a su defensor Hugo Wortmann Jofre.
Pontaquarto afirma haber estado en esa ocasión en el despacho de De la Rúa, mientras que De la Rúa niega en todo momento su presencia y que haya dicho esas palabras; motivo por el cual Rafecas los invitará a ponerse de acuerdo sobre ese extremo.
El careo es una medida de prueba prevista en el artículo 278 del Código Procesal que establece que "para efectuarlo se leerán, en lo pertinente, las declaraciones que se reputen contradictorias y se llamará la atención de los careados sobre las discrepancias a fin de que se reconvengan o traten de ponerse de acuerdo".
Pontaquarto sostiene haber sido el encargado de transportar cinco millones de pesos destinados a los sobornos y que durante la reunión supuestamente celebrada en el despacho presidencial, el ex presidente radical habría dado luz verde al pago de sobornos.
Recordemos que en esta causa ya están en la etapa de juicio oral el citado Pontaquarto, el ex ministro de Trabajo, Alberto Flamarique; el ex secretario de Inteligencia, Fernando de Santibañes; el radical José Genoud, y los peronistas Augusto Alasino, Alberto Tell, Emilio Cantarero, Remo Costanzo y Ricardo Branda.