Taxistas y camioneros realizaron una multitudinaria marcha por el microcentro contra la ley todavía no sancionada que impondrá un sistema de puntajes para el manejo en la ciudad. Fueron recibidos por los legisladores, pero el encuentro terminó a los gritos, al enterarse los gremialistas de que el dictamen ya había sido firmado. Tras el encuentro, se desató una batalla campal frente a la Legislatura.
Taxistas y colectiveros ya habían anticipado su rechazó enfático a una norma que se aplica en las principales ciudades del mundo y que impone un esquema de castigos en función del mal manejo, que va más allá de lo meramente económico.
Sin embargo no fueron los colectiveros los que acompañaron a los taxistas en la protesta que convirtió en un caos a la ciudad de Buenos Aires, sino los siempre dispuestos camioneros los que se sumaron a la protesta.
Así, alrededor de doscientos taxistas y camioneros marcharon a la Legislatura de la ciudad para rechazar los registros por puntaje que los habilitan como conductores. En rigor, no piden que no salga la ley, sino que ellos sean exceptuados de sus perjuicios.
Los manifestantes, con banderas verdes y blancas, reclamaban contra el proyecto de registro por puntaje que se elevó a la Legislatura, provocando grandes demoras en el tránsito. Los camioneros que se sumaron a los taxistas fueron encabezados por Pablo Moyano, quien junto a representantes del Sindicato de Peones de Taxis se reunieron con los integrantes de la Comisión de Transporte de la Legislatura, para presentar su protesta formal.
Los vehículos se ubicaron sobre la avenida Belgrano, en el cruce con la 9 de Julio generando un fuerte congestionamiento en el tránsito desde Constitución hasta el Obelisco.
El encuentro terminó a los gritos, enfrentándose principalmente los gremialistas con el titular de la comisión, Jorge Sanmartino, y la diputada Florencia Polimeni. “¿Por qué no salen ellos a explicarles a los trabajadores que se van a quedar sin trabajo?”, disparó uno de los gremialistas, al salir del encuentro muy ofuscado.
El enojo de los gremialistas surgió porque, según dijeron, se habría acordado discutir el tema entre los legisladores y los trabajadores de transporte, pero en cambio se encontraron este lunes con que los diputados ya habían firmado el dictamen.
Ante ello, el secretario del Sindicato de Taxistas de Capital, Jorge García, anticipó a Radio Del Plata la implementación de un plan de lucha, y más tarde otro el camionero Pablo Moyano anticipó el lanzamiento de un paro de 24 horas de taxistas, colectiveros y camioneros, en contra de la aplicación del sistema de descuento de puntos.
Los gremialistas denunciaron que “entre gallos y medianoche aprobaron en comisión el registro de puntajes, cuando se habían comprometido a tratarlo con nosotros antes”.
Las críticas se centraron en quienes fueron sus interlocutores, los diputados Sanmartino y Polimeni, y agregaron los sindicalistas que, según ellos, se había acordado que “las faltas más graves” que ellos cometieran “se iban a consensuar”.
Un sindicalista expresó a Radio Del Plata que “los policías no paran a nadie (cuando elaboran las infracciones) y los trabajadores de golpe se van a encontrar con que les quitan el registro”.
Poco después, tras un forcejeo entre manifestantes y policías, comenzaron los enfrentamientos, que incluyeron el lanzamiento de gases, pedradas y corridas.
Un total de 27 heridos -22 policías y 5 manifestantes- fue el saldo de los serios incidentes.
Las columnas de manifestantes se habían movilizado por la avenida Belgrano, Julio Argentino Roca (Diagonal Sur) e Hipólito Irigoyen, los camioneros por las dos primeras y los taxistas por la restante. Los manifestantes portaban banderas con largos palos, además de bombos y redoblantes.
Tras la reunión de los gremialistas con los legisladores, los manifestantes se cruzaron con la policía y poco a poco se fue tornando más violenta la situación, hasta que en determinado momento todo se desmadró. Los manifestantes arrojaron piedras, palazos y todo objeto contundente contra los policías apostados en la entrada del edificio.
La policía, tras abroquelarse con sus escudos, comenzó a dispersar a los manifestantes con disparos de balas de goma, que provocaron un desbande y la refriega tomó su mayor vigor.
Uno de los manifestantes del gremio de taxista que quedó boca abajo en el piso, en la esquina de Perú e Yrigoyen, recibió duros golpes por parte de un policía, quien utilizó un palo de madera para lastimarlo en la cabeza y la espalda. La escena fue tomada por diferentes medios televisivos, por lo que las autoridades del Ministerio del Interior ordenaron la inmediata identificación del policía para ser pasado a disponibilidad.