Uno de los argumentos del sindicalista de los taxistas Omar Viviani, para rechazar el proyecto legislativo sobre las licencias de conducir, fue el de que era impulsado por diputados que se irán de la Legislatura en 20 días. En ese marco, trató de rodear la cuestión de un aura de misterio, preguntándose públicamente sobre el porqué de la premura de aquellos para aprobar semejante norma.

Al cruce pareció salirle el jefe de Gobierno electo de la ciudad, Mauricio Macri, quien no sólo avaló la implementación del proyecto de implementar un sistema de licencias con puntaje, sino que aseguró que le parecía "razonable".

"Plantea un sistema moderno y razonable, pero si es verdad que tiene aspectos por mejorar, así se hará, y espero que cuando se sancione estemos todos de acuerdo", remarcó Mauricio Macri, como para que no queden dudas de que el proyecto seguirá vigente en su gestión.

El futuro funcionario condenó los hechos de violencia registrados frente a la Legislatura y si bien consideró que "faltó diálogo", aclaró que "nada justifica ese nivel de violencia y no puede ser que no seamos capaces de discutir de otra manera".

A propósito de las críticas gremiales sobre quiénes impulsaron la iniciativa, algunos de los cuales están por dejar sus bancas, Macri destacó que el proyecto "no es un invento de legisladores trasnochados, sino un sistema moderno que ya se utiliza en varias capitales del mundo".

Todavía legisladora porteña y futura vicejefa de Gobierno, Gabriela Michetti también opinó del tema, destacando que la vida es el bien a defender" por encima de cualquier otro, en relación a la cantidad de accidentes viales, cuestión a la que apunta el programa.

Empero, aclaró que "deben ser atendidos los reclamos de todos, cada sector tiene que estar dispuesto a ceder algo en la búsqueda de un consenso".

La vicejefa de Gobierno electa admitió que "hay posibilidades de hacer algunas modificaciones, pero no hay que perder de vista que lo que se defiende es la vida".