Ambientalistas querían presenciar la sesión, para seguir de cerca el tratamiento de la ley de Bosques.
Greenpeace denunció que el Senado intentará sancionar un proyecto “lavado” de Ley de Bosques que no detendrá los desmontes irracionales que los gobiernos provinciales permiten en los últimos bosques nativos argentinos.
Los representantes de las organizaciones ambientalistas que impulsaron la Ley de Bosques con el respaldo de un millón trescientos mil argentinos denunciaron que fueron impedidos de ingresar al Senado para presenciar la sesión en la que está previsto discutir la ley.
“Sabemos que la ley que intentan discutir va en contra del proyecto original que establecía la detención de los desmontes por un año y el no dejarnos ingresar al recinto confirma la decisión de los senadores de aprobar una Ley de espaldas a la voluntad de la ciudadanía”,declaró Juan Carlos Villalonga, director Político de Greenpeace.
La Ley de Bosques establece diez criterios ecológicos y categorías de conservación que apuntan a planificar las actividades forestales, agrícolas y ganaderas evitando la fragmentación y
degradación del bosque nativo, y establece como prioritarios cuidar a los bosques que actualmente ocupan y utilizan comunidades indígenas y campesinas.
Un informe de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación indica que nuestro país se encuentra en una verdadera Emergencia Forestal: entre 1998 y 2002 desaparecieron 781.930 hectáreas pero en los últimos cuatro años, el proceso se acentuó y los desmontes arrasaron con 1.108.669 hectáreas, lo que equivale a 280.000 hectáreas por año, 821 hectáreas de bosques por día, es decir, 34 hectáreas por hora.
En el transcurso de este año, sólo la provincia de Salta convocó a audiencias públicas para autorizar desmontes por un total de 355.000 hectáreas, lo que equivale a 18 veces la Ciudad de Buenos Aires y supera ampliamente el promedio anual de todo el país.