Un día después de que los gremialistas morigeraran sus posiciones con relación a los diputados porteños por la modificación en la nueva ley que manejará los registros para conducir de los porteños, los taxistas reconsideraron su postura y salieron a aclarar que no sólo mantienen sus diferencias con respecto al nuevo sistema, sino que también mantienen las medidas de fuerza anunciadas.

El encargado de anunciarlo fue el titular del Sindicato de Peones de Taxis, Omar Viviani, quien desde el martes se mantiene en el centro del ring en la materia y advirtió que “no existe ninguna instancia de diálogo” con los legisladores.

En ese marco, el sindicalista ratificó que mantienen el paro y movilización previstos para el 29 de octubre y remarcó que en ningún momento los taxistas anunciaron lo contrario.

Recordemos que según las informaciones, fueron los taxistas los más belicosos el día de la batalla de la Legislatura.

Viviani sostuvo que la reunión del miércoles con los legisladores “fue algo meramente informativo, no se está tratando el tema de fondo”.

“Nosotros no vamos a cerrar ninguna posibilidad de diálogo”, admitió, aunque enfatizó que el proyecto es “un fraude y una mentira”.

“¿Por qué hay tanta premura con esta ley”, volvió a preguntarse, anticipando que pedirán la inconstitucionalidad de la norma ante el INADI, por cuanto interpreta que “los trabajadores somos sumamente discriminados” bajo el régimen de puntaje. Es que, según su particular visión del tema, “este proyecto castiga con vehemencia a aquellos que trabajan en el transporte”.