El senador correntino Fabián Ríos descarta un cambio sustancial en la política tributaria y dice que es casi imposible sancionar una Ley de Coparticipación.
Por Pablo Winokur
Una de las bajas que seguramente más sentirá el Gobierno en el Congreso será la de Jorge Milton Capitanich, recientemente electo gobernador del Chaco, quien dejará la presidencia de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, central a la hora de defender los proyectos económicos del Gobierno. “Sonamos. No va a quedar nadie que trabaje”, ironizó un senador al enterarse del triunfo del chaqueño.
Lo cierto es que no será el único integrante de esa comisión que dejará su banca: Celso Jaque y Maurice Closs también irán a gobernar sus provincias.
En este marco, uno de los que sonaba fuerte como probable reemplazante de Jorge Capitanich al frente de la comisión era el correntino Fabián Ríos, hasta que terció la presidenta electa y nominó al empresario cordobés y senador Roberto Urquía.
De todos modos, es tiempo de renovación en la Cámara alta y una de las figuras llamadas a tener mayor protagonismo es la del senador Ríos, quien fue entrevistado por Parlamentario para conocer qué piensa sobre los temas centrales de la economía nacional.
En el diálogo con este semanario aseguró que hasta el 2010 no se discutirá una reforma tributaria y que es imposible sancionar la ley de Coparticipación Federal. También reconoció que ningún analista serio acuerda con los números del Indec, pero negó que la inflación esté descontrolada.
Continuidad absoluta
– ¿Va a haber cambios en el Presupuesto que va a tener que ejecutar Cristina o se van a atener al que ya envió Néstor Kirchner?
– Creo que no va a haber ajustes, porque esta gestión es una continuidad de la otra. No va a haber cambios traumáticos. La fuerte inversión en obras públicas para el 2008 es la continuidad de lo que en 2006 se planteó como presupuesto plurianual
– ¿Se cumplen los plazos de las obras públicas?
– Si por ejemplo la autovía 14 se está cumpliendo fielmente las etapas. Se pensaba que muchas inversiones serían demoradas por las audiencias públicas, pero se están cumpliendo fielmente. Las que resuelven el problema energético, también. Los plazos se están cumpliendo.
– Hace años que se habla de la necesidad de una reforma tributaria. ¿Cree que el año que viene se discutirá ese tema?
– 2008 todavía no es el tiempo de encauzar una profunda reforma tributaria.
– ¿Por qué?
– Porque todavía hay que sostener los tres ejes fiscales fundamentales para esta política económica: tipo de cambio medio-alto; superávit fiscal y responsabilidad en la inversión. Cuando hay reforma impositiva, se generan movimientos entre estas bandas. Tenemos que terminar esta etapa para acentuar la inversión en infraestructura, estabilizar el crecimiento y que no existan riesgos. Recién en ese momento se va a poder avanzar en una reforma tributaria.
– ¿Cuándo sería ese momento?
– Hay que observar el plan de infraestructura. Recién en 2009 se va a cruzar nuevamente el gráfico de demanda energética con oferta. Con lo cual recién en 2010 se podría discutir una reforma tributaria. Hay inversiones fuertes de largo plazo que nos van a marcar la pauta de cuándo vamos a tener estabilidad en infraestructura y crecimiento sostenido.
– Pero una reforma no necesariamente tendría que implicar una merma en la recaudación. Por ejemplo si se bajan algunos puntos del IVA y se sube ganancias a los sectores más pudientes…
– Sí. Hasta ahora el Gobierno tocó ganancias y bienes personales. Y uno podría decir esto no hace una verdadera redistribución del ingreso, pero lo que hace es generar una mayor liquidez para promover la inversión. El Gobierno tomó el rumbo de promover la inversión y generar puestos de trabajo. Este era el reclamo de la sociedad y sostener un dígito de desempleo fue un gran logro. Pero tenemos 50% de trabajo en negro y hay que revertirlo. Esto se logra con mayor inversión.
– ¿Por eso entonces no se aumenta el impuesto a las ganancias a los que más tienen?
– La intención es generar mayor liquidez en el sector social que invierte, para que se generen puestos de trabajo.
Todo sube
– La inflación parece estar subiendo en forma constante. ¿Se puede hacer algo desde el Congreso para revertirlo?
– El Presupuesto es la primera herramienta fuerte para combatir la inflación. Esto le da previsibilidad a las cuentas públicas y la garantía de superávit fiscal genera certidumbre. Vivimos en un mundo con mucha incertidumbre. Cuando en 2002 variamos el tipo de cambio, lo hicimos para adentro, pero no para afuera. Entonces no podemos vivir pagando eternamente 3 pesos el litro de combustible, que cruzando la frontera se paga tres dólares. En algún momento estos precios van a entrar a converger y esto genera presión inflacionaria. Pero el gran logro de este Gobierno es que la tasa de inflación siempre se mantuvo por debajo del crecimiento del salario.
– Tomando los índices oficiales…
– No, incluso las que miden las consultoras.
– ¿Se va a hacer algo con el Indec?
– La Presidenta anunció que se va a tomar la metodología de Estados Unidos, para retomar la confianza de la gente y ha dejado claroque los cuadros técnicos son los mismos que han estado siempre.
– Los trabajadores del Indec dicen que el problema no está en el método sino en la carga de los datos.
– Es una cuestión de verdad mentira. Yo no voy a entrar a dirimir esa cuestión. Lo que uno tiene que ver son los números de la economía. En los días previos a la elección se fomentaron expectativas inflacionarias por parte de muchos candidatos…
– Pero incrementadas por la falta de fidelidad de las estadísticas.
– …acentuado por distintos factores. Pero lo que decían los candidatos no tenía nada que ver con lo relevado por el Indec o lo anunciado por el Fondo Monetario Internacional.
– … Ningún especialista serio salió a defender los números del Indec…
-No.
– ¿No habría que generar consensos para que los especialistas lo apoyen?
– En el cambio de método se pueden generar los consensos, si existen voluntad de consensos por parte de la oposición y los sectores económicos. El Indec no va a ser creíble si los sectores económicos lo bombardean.
– Los superpoderes y la posibilidad de que el jefe de Gabinete reasigne partidas, ¿le quitan poder al congreso?
– Yo no lo veo. Si se hubiera hecho un abuso estaríamos diciendo que sí. Pero así usado no se perdió la naturaleza de la herramienta legislativa. Las transferencias han sido sobre los excedentes o en niveles que no alcanzaron el 1%..
