El ministro de Salud todavía no lo tiene decidido, pero no le seduce en absoluto el cargo de diputado porteño para el que fue electo.
Los que lo conocen, aseguran que jamás tuvo intenciones de asumir en la Legislatura porteña, y que sólo accedió a integrar la lista de candidatos cuando se lo pidió el propio presidente Néstor Kirchner.
En el fondo, albergaba la esperanza de ser reconfirmado en el cargo.
El tema es que tras el anuncio del gabinete que acompañará a Cristina Fernández de Kirchner, fue de los pocos ministros que dejarán de formar parte del Gobierno, cosa que interpretó como “toda una señal”.
Según señala el portal La Política Online, el ministro Ginés González García estalló de furia al enterarse de la continuidad de Carlos Tomada en Trabajo y la designación de Graciela Ocaña, con quien –señala la información- mantiene una pésima relación.
Ginés nunca quiso ir a la Legislatura, ni llegó jamás a compenetrarse ni comprometerse demasiado en la campaña realizada para encumbrar a su colega Daniel Filmus en la Jefatura de Gobierno.
Según La Política Online, el propio Presidente le aclaró que no estaba en la intención oficial que él terminara recalando en la Legislatura, sino que su nombre era sólo “para sumar votos… si ni siquiera entras en la banca”.
El tema es que pasó el tiempo, pasaron los anuncios y él ni suena para ningún otro cargo. Y si funcionarios nacionales y gobernadores se resisten a asumir en una banca del Parlamento, ni qué pensar lo que debe estar mascullando el ministro de Salud al tener que dejar la cartera en la que lleva los últimos seis años, para ir ya no al Congreso, sino a la Legislatura porteña.
Si no asume finalmente, el lugar de Ginés sería para el joven Juan Cabandié, hijo de desaparecidos, kirchnerista y muy cercano a Alberto Fernández.
