El senador Gerardo Morales sigue empeñado en mantener su enfrentamiento con radicales afines al Gobierno nacional.

En tal sentido, se quejó porque en su partido “cualquiera hace cualquier cosa”, con lo cual justificó las sanciones “ejemplificadotas” aplicadas contra ciertos distritos.

Al respecto, disparó puntualmente contra “los gobernadores a los que cualquier colectivo los deja bien”.

Respecto a la situación imperante en el Congreso, admitió que su partido ha quedado con una representación disminuida, situación que se extiende a toda la oposición. De ahí que se pronuncie a favor de “establecer formas de diálogo con otras fuerzas opositoras para discutir una agenda en común”.

“El Gobierno está a punto de conseguir los dos tercios en Diputados para la reforma de la Constitución y armar esta agenda es fundamental para la transparencia. El Partido tiene que estar totalmente abierto a constituir un gran frente opositor para los temas que se vienen en la agenda parlamentaria”, evaluó.

En declaraciones radiales, Morales advirtió que “el radicalismo no mira para atrás y si vemos en lo que nos convertimos, donde cualquiera hace cualquier cosa, como los gobernadores a los que cualquier colectivo los deja bien y no tienen límites para el pragmatismo, se van porque les dan plata y eso es muy grave”.

Autocrítico, el presidente del Comité Nacional de la UCR señaló que “el radicalismo está partido en tres, y esto tiene que ver nuestra crisis y la del sistema de partidos políticos”.

“La UCR tiene que estar parada con un claro perfil opositor”, dijo, mostrándose en contra de cualquier perdón, ya que a su juicio la UCR no debe convertirse “en el partido de la amnistía”

“Tiene haber un mínimo de sanciones ejemplificadoras para que en el futuro, la gente que forme parte de nuestra organización respete sus reglas, tenga disciplina, tenga conducta”, sostuvo Morales.