La tercera jornada del juicio político contra el juez en lo penal económico Guillermo Tiscornia, contó con la declaración del ex juez Julio Cruciani, quien definió al acusado como “hiperactivo, con una personalidad muy especial, muy memorioso y a la vez medio acelerado”.

Según Cruciani, las ideas de Tiscornia “le van más rápido que la aptitud mecánica que necesita” para escribir. La alusión tiene que ver con uno de los cargos que se le hacen a Tiscornia: haber copiado parte del texto de un abogado defensor en una resolución judicial donde se advierte “mi defendido” en lugar de decir “el imputado”.

El ex juez Cruciani dijo que el magistrado suspendido no es “una persona hipócrita”, reconoció su formación académica y dijo que sabía que el juez acusado por mal desempeño, había sufrido cuestionamientos de la Cámara en lo Penal Económico.

Otro en declarar fue el ex juez Julio Speroni, quien dijo de Tiscornia que es un “buen marido, un buen padre y una buena persona”.

Speroni, como Cruciani, fue juez en lo penal económico y renunció también a su cargo después de mantener una relación conflictiva con los camaristas del fuero.

Tiscornia “tenía una enemistad manifiesta con la sala B” de la Cámara, contó Speroni, quien precisó que “ni siquiera cruzaba el saludo con la Sala A”.

Al finalizar esta etapa del proceso que se reanudará el 3 de diciembre próximo cuando se presenten los alegatos finales, el consejero de la magistratura Santiago Montaña que actúa como fiscal, dijo que “para la acusación se han podido acreditar hasta ahora los cargos por los que se pidió la remoción del juez Tiscornia”.

A su vez, el camarista Juan Carlos Bonzón aseguró que varias de las sentencias de Tiscornia fueron anuladas “por falta de fundamentación o por citar artículos que no correspondían” con el objeto procesal de los expedientes.

Sobre la manera de Tiscornia de replicar con denuncias penales a sus superiores, el camarista Nicanor Miguel Repetto sostuvo que es “espantoso porque pone en riesgo la credibilidad en la justicia” aunque reconoció que tal vez el juez lo haya hecho “para justificar su propia torpeza”.

La causa contra el juez Tiscornia se inició en 2003 a partir de una denuncia efectuada por la Sala A de la Cámara Nacional en lo Penal Económico, que advirtió una serie de irregularidades en el tratamiento de la prescripción de una denuncia del año 1991.