La Argentina es el único país de América del Sur en donde los recién nacidos no son anotados con el apellido del padre y de la madre, ya que es costumbre en todos los países latinoamericanos usar los dos apellidos.

Ante la realidad que vive nuestra sociedad y las nuevas modalidades de uniones entre las parejas y la gran cantidad de madres solteras, la diputada nacional Beatriz Rojkes de Alperovich presentó un proyecto para que los bebés porten el apellido de la madre.

Es decir que no se usaría más el apellido del padre, salvo que sea pedido, por lo que se inscribiría al niño con los dos apellidos de sus progenitores.

En este mismo sentido, la presidenta de la Comisión de Legislación General de la Cámara de Diputados Ana María Monayar ya había presentado un proyecto de la misma naturaleza y destacaba que “solucionaría los inconvenientes en las nuevas modalidades de uniones de pareja y revalorizaría el sentido de la madre”.

Para aclarar el panorama que alarma a la sociedad machista, en el país hermano de Bolivia se utiliza comúnmente el doble apellido pero siendo el primero el del padre. Por ejemplo, “Karen Noelia Berrios Huarachi”, lleva los dos apellidos siendo Berrios el del padre y Huarachi de la madre.

En Argentina, en caso de ser sancionada esta iniciativa que cambia la modalidad de inscripción en el Registro Civil, esta niña tendría el apellido Huarachi y si los padres lo requieren se sumaría el de su papá, lo que nunca más se podría anular.

Así las cosas, comienza un largo debate en las comisiones de Familia y Legislación General de la Cámara baja.