Conocedor del paño por haber manejado los destinos de la ciudad de Buenos Aires hasta que el incendio de Cromañón lo eyectó del cargo, el hoy diputado electo Aníbal Ibarra salió al cruce del anuncio de la futura administración macrista de pedir 1.600 millones de pesos de préstamo para destinarlos a obras públicas.

En declaraciones radiales, Ibarra cuestionó que no se sepa cuál será el uso que se hará del dinero en cuestión, ya que “no presentó ni un solo número ni un papel respecto al proyecto del presupuesto y no dicen en qué obras piensan gastar los 1600 millones”.

El ex jefe de Gobierno remarcó que “cuando no se explica en qué se gasta el dinero es porque se utilizará en rentas generales”. Al respecto destacó que en su paso por la Comisión de Presupuesto, quienes se harán cargo de los ministerios a partir del 10 de diciembre “no hablaron en números, en qué piensan gastar ni de dónde sacan los recursos, nada”.

Por supuesto que Ibarra reivindicó también su gestión, que no necesitó de préstamos y hasta tenía superávit en tiempos en que el país se consumía en el endeudamiento. En tal sentido recordó que “dejé 1800 millones de reserva de los que no queda nada, se esfumaron”.

Fue el turno de su sucesor, entonces, de quien dijo que “se va con déficit después de seis meses de monitoreo del gobierno por parte del macrismo y nadie explicó nada”.