El diálogo entablado por los legisladores porteños con los representantes de los gremios del transporte, en torno a las nuevas normas para el manejo en la ciudad, parece haber prosperado. Al punto tal que los gremialistas que más enconadamente resistían los cambios, los Peones de Taxis, acordaron crear una mesa de diálogo para hablar sobre la futura legislación y a cambio levantaron el paro y movilización que en principio debían llevarse a cabo este mismo jueves hacia la Legislatura porteña.

Según el ahora más tranquilo Omar Viviani, titular del gremio, “el sistema que se pretende aplicar es discriminatorio y perjudicial para los ciudadanos porteños respecto de los de cualquier otra jurisdicción del país”.

Pese a sus preconceptos, el titular del gremio taxista está dispuesto ahora al diálogo, aunque insiste con sus reparos: “Al 30 de junio, en la ciudad de Buenos Aires hay registrados 2.006.050 vehículos, de los cuales circulan aproximadamente el 65 por ciento -alrededor de 1.300.000- y, en la provincia de Buenos Aires, están empadronados 4.617.080, de los que ingresan a la Capital Federal diariamente 1.000.000″. Así las cosas, existe un parque vehicular en la ciudad de 2.300.000 rodados, por lo que la mitad “son conducidos por ciudadanos que, con la implementación de la pretendida ley de registro, no tendrían penalidad alguna”.

Como se ve, el hombre está dispuesto a dialogar, pero ni hablar todavía de que vaya a aceptar las modificaciones que se proponen aprobar los diputados.