Llegamos al día del tratamiento del Presupuesto 2008 en la ciudad de Buenos Aires con un kirchnerismo que se ha pintado para la guerra, según se encargó de anticipar a través de un comunicado suscripto por su titular y el de la Comisión de Hacienda de la Legislatura, Diego Kravetz y Juan Manuel Olmos, respectivamente.

Este último advirtió que “este proyecto debe contemplar además el control y la ratificación legislativa”, por cuanto “sin esa condición es imposible de aprobar”.

El kirchnerismo reivindicó su rol fiscalizador y advirtió en tal sentido que “si votáramos el Presupuesto tal cual lo requiere el macrismo, sin determinar las obras públicas que se financiarían, estaríamos dándole la espalda a los vecinos y provocando un verdadero agujero”.

“Con estas modificaciones, el Presupuesto gana en transparencia, pero también en orden y balanceo para una administración mejor y más eficiente”, aseguró Olmos.

Desde la otra parte de la oposición, el diputado de Buenos Aires para Todos Martín Hourest expresó su oposición a los superpoderes, el aumento del ABL y el endeudamiento de la ciudad. Según el legislador de la CTA, el futuro Ejecutivo porteño “pretende que la Legislatura le delegue facultades para disponer, sin control parlamentario, de 700 millones de pesos”, lo que equivale a 5% por ciento del Presupuesto total de la Ciudad”.

Según las futuras autoridades macristas, en 2008 la ciudad sumará poco más de 11.034 millones de pesos en concepto de gastos corrientes y de capital, mientras que los ingresos serían de 11.770 millones.

Según se anunció habrá un aumento de 28% en los ingresos que recibirá la Ciudad el año próximo, entre impuestos, coparticipación y publicidad.