Como si se tratara de otro desaire para sumar al hecho de que la presidencia de la Cámara baja ya no le corresponda, la provincia de Buenos Aires ni siquiera pudo ver a sus diputados jurar este miércoles.

Es que la insólita demora del escrutinio de los comicios celebrados el 28 de octubre pasado obligó a la postergación de ese trámite que, en rigor, conlleva una duda: quién será el diputado 35. Escaño por el que compiten un candidato de la Coalición Cívica y el ex presidente del Cuerpo, nada menos, Eduardo Camaño.

Según el ministro del Interior, Aníbal Fernández -capaz de explicarlo todo, hasta lo inexplicable-, el conteo de votos aún no está terminado en cinco de las secciones electorales de la provincia. Eso sí, según él esa situación no complicará la asunción de Scioli, el próximo lunes.

Los problemas en el escrutinio impactaron tanto en el Congreso nacional como en la Legislatura bonaerense. Este martes, la Cámara de Diputados de la provincia aprobó la modificación del artículo 9 del reglamento interno -por única vez- para poder convocar a la sesión preparatoria de la asamblea con menos anticipación que la habitual.

La obligación era hacerlo con 72 horas de antelación, pero esta vez se acotó a 24. El objetivo es constituir la Asamblea en cuanto se tenga algún dato oficial, aunque en caso de que el retraso se agrave, podrían asumir -con autorización judicial- legisladores de la Primera, la Segunda y la Octava Sección Electoral, hasta el momento las únicas escrutadas en forma completa.