Entre los argumentos favorables a la ley que modifica la hora, después de marcar el origen de la misma, el arista autónomo Carlos Raimundi dijo que era necesario un cambio de cultura de todos los argentinos para que efectivamente se concrete y que habría que usar todos los medios. “Incluidas las telenovelas. Incluyendo mensajes en ese sentido”, dijo sin ponerse colorado, lo que generó más de una sonrisa, pero para no quedar tan pegado al oficialismo, agregó después que esperaba “que esto (por la ley) no sea un golpe de efecto”.

Antes, el neuquino Carlos Acuña se quejó de la famosa media hora de preferencia, que es usada por la oposición para plantear los temas. “Ese tiempo es una mordaza, no todos pueden hablar” dijo Acuña.

Por su lado, el radical Pedro Azcoitti dijo que “una vuelta más o menos del reloj, o repartir lamparitas chinas no va a solucionar el problema energético”. Y al igual que otros recordaron que durante las privatizaciones más de un miembro del Gobierno estaba a favor de las mismas, en alusión al secretario general de la Presidencia de la Nación, Oscar Parrilli.