El abusivo uso de los celulares de los diputados durante el debate de un proyecto en el recinto se ha incrementado notablemente. Pero lo llamativo es que los legisladores que hace poco accedieron a sus bancas están permanentemente absorbidos por los mensajes de texto, mientras que otros salen del recinto para dar una vuelta por […]
El abusivo uso de los celulares de los diputados durante el debate de un proyecto en el recinto se ha incrementado notablemente. Pero lo llamativo es que los legisladores que hace poco accedieron a sus bancas están permanentemente absorbidos por los mensajes de texto, mientras que otros salen del recinto para dar una vuelta por Pasos Perdidos a la pesca de una nota, o simplemente para disfrutar de una bocanada de humo, ya que está prohibido fumar en sus asientos. Seguramente el titular de la Cámara baja, Eduardo Fellner, hablará con los jefes de los bloques para que el uso de los teléfonos móviles sea lo menos posible y de esa manera escuchar a los expositores. Sería una buena medida...