La Justicia confirmó los procesamientos contra dos profesionales que habrían beneficiado a sendos acusados.
Dos peritos que habrían presentado informes considerados “convenientes” por la Justicia, fueron procesados. Los beneficiados por su accionar fueron Fernando de Santibáñez y el ex senador José Genoud, y la Cámara Federal acaba de confirmar el procesamiento de ambos.
Los datos habrían sido confirmados a partir de un entrecruzamiento de llamadas telefónicas de Mario Pontaquarto.
Lenta pero segura avanza la causa de los supuestos sobornos del Senado y cada tanto va aportando algún nuevo dato comprometedor para algún imputado. En este caso, la medida dispuesta por la Cámara Federal involucara al subinspector de la Policía Federal Rubén Omar Villalba y al experto designado por el ex titular de la SIDE Fernando de Santibáñes, José Luis Alfredo Bolatti, a quienes se les atribuyó el supuesto delito de "falso testimonio".
¿Cuál habría sido la irregularidad de estos peritos? Habrían falsificado el "entrecruzamiento" de llamadas telefónicas desde y al celular del “arrepentido” ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto, también procesado en la causa por el pago de sobornos.
La presunta falsificación de datos habría pretendido ubicar a Pontaquarto en lugares distintos a los que éste refirió cuando dio precisiones sobre el retiro del dinero de la SIDE para pagar los sobornos y las sumas entregadas.
Los datos que habrían sido tergiversados por los expertos se relacionan con dos franjas horarias del 18 de abril de 2000: al mediodía, cuando Pontaquarto manifestó haber ido a la SIDE a entrevistarse con el entonces titular del organismo, y por la tarde cuando el "arrepentido" aseguró haber retirado de esa secretaría los 5.000.000 de pesos destinados a los sobornos.
El informe suscripto por los procesados consignaba una llamada recibida ese mediodía en la zona del Congreso, lo que daría idea de que estaba en su lugar de trabajo y no donde indicó; en tanto que con la omisión de una "celda" telefónica -correspondiente a la zona en la que Pontaquarto habría recibido una llamada- permitía disimular la verdadera ubicación del "arrepentido".
Para los camaristas, Villalba y Bolatti "actuaron dolosamente en el manejo de la información, de tal manera que desvirtuaría la confesión efectuada por Pontaquarto", lo que además "ponía en tela de juicio la credibilidad de la prueba conseguida".