Los despidos -según los gremios y la oposición-, o la no renovación de contratos de más de dos mil trabajadores municipales, fueron el detonante de la puja en la ciudad de Buenos Aires que lleva ya una semana. Ahora, al capear la calma entre las partes, pareciera haber quedado la cuestión fuera del acuerdo.

Es lo que sostiene el kirchnerismo, a través del titular del bloque del FpV de la Legislatura de la ciudad, Diego Kravetz, quien sostuvo que el acta firmada “no contempla la situación de los 2.300 despedidos”.

Consultado por la prensa, el titular del bloque kirchnerista sostuvo que no ve “en qué punto del acuerdo están los 2.300 trabajadores echados”.

Kravetz insistió en considerar las cesantías como “una medida injustificada, arbitraria y absurda” y sostuvo que los trabajadores a los que no se les renovó el contrato “deberían ser reincorporados”.

Para Kravetz, si se habla de censar al personal y capacitarlo, “lo mismo debería hacerse con los despedidos”. A juicio del kirchnerismo, el alejamiento de esos 2.300 trabajadores se efectivizó “sin ningún análisis previo”.