“El Plan de Uso Racional de la Energía es por lo menos superficial y lanzado a destiempo como medida para tratar el problema energético de fondo”, señaló el diputado de la Coalición Cívica Juan Carlos Morán (GEN–Buenos Aires).

El legislador advirtió que desde el Gobierno “podrán repartir lámparas de bajo consumo, pero si a pesar del superávit del 30% anual no se hacen las obras de infraestructura energética y se sigue negando la crisis mientras se le reparte el petróleo a los amigos del poder, sólo nos podemos salvar con un milagro”, dijo Morán.

En ese marco, le recomendó a la Presidenta “frotar la lámpara de Aladino”.

“Así como se plantearon las cosas es como querer tratar un infarto tomando una aspirina”, señaló.

En tanto, su colega de bancada Virginia Linares apuntó: “La falta de energía o la racionalización de la misma implica, en el mejor de los casos, la baja en la producción por la restricción en los procesos productivos. Esta pérdida de importantes dividendos se manifiesta en forma directa en el salario de los trabajadores y en la disminución de los puestos de trabajo”.

“Por lo tanto, resulta indispensable avanzar hacia un plan integral de eficiencia en el uso de energía, pero también en la generación, transporte y distribución de recursos energéticos convencionales y no convencionales para sostener el desarrollo productivo”, resaltó Linares.

La diputada agregó que “lo que debe reconocerse es que, con el lanzamiento de este plan, Cristina contradice a Néstor y a De Vido. Si la Presidenta es coherente con el reconocimiento de la crisis energética, debe pedirle inmediatamente la renuncia al ministro de De Vido por incompetente para desempeñar su función y por malversar los fondos públicos generando grandes compras de fuel oil venezolano por su propia imprevisión”.