Apoyo crítico, podría ser la palabra que defina los tantos. En la puja que mantienen las autoridades porteñas contra los sindicalistas de la Ciudad, resulta clave el papel de la Coalición Cívica respecto a lo que vaya a suceder en la Legislatura porteña con el decreto desregulador de la ObSBA. Los macristas confían en ellos y Elisa Carrió confirmó esas expectativas.

Lo hizo al calificar, sin medias tintas, como “absolutamente correcta” la determinación de Macri respecto a la obra social de los municipales. Empero, no le cierra demasiado la manera como se cerró en principio el conflicto con los sindicatos y ya habla de un “pacto”, al que definió como “la lógica Alfonsín”.

En declaraciones a Radio Continental, Carrió dijo que “la intervención es absolutamente correcta. Eso era una caja en la que no había servicios para los empleados municipales y donde se tendría que haber operado la desregulación en el año 2003”. Y respecto al papel que adoptará la Coalición Cívica, señaló que ese sector acompañará “lo que es correcto”, aclarando en tal sentido que su sector no está de acuerdo con acompañar “un criterio de despidos masivos”.

“Se dará quórum y se apoyará la intervención”, dijo sobre el mediodía Carrió en el programa Del Arco político, de Radio América. “No podemos no votar a favor (de la intervención) cuando esto se ha convertido en una caja para otros fines”, señaló Carrió, aclarando una vez más que no avalan despidos masivos.

Carrió sostuvo respecto a la obra social que son los mismos empleados quienes “saben que tienen malísimas prestaciones”. Agregó que la intervención de la obra social de la Ciudad “estaba en la plataforma” electoral de su partido.

Macri, dijo más adelante, “se enfrenta primero con el tema de los despidos y finalmente termina pactando”. Criticó el “pacto” entre el gobierno de Macri y el SUTECBA, que denominó una “lógica Alfonsín: enfrentar a los sindicatos cuando recién se asume con alta legitimidad y terminar pactando”.

En ese marco, sugirió “tener una actitud mucho más inteligente y más serena”.

“El problema más grave que tiene la Argentina que es la perpetuación de los dirigentes sindicales”, concluyó la ex diputada.