A fines de diciembre pasado, la Legislatura porteña aprobó el Plan Baches girado por el Ejecutivo que incluye la posibilidad de realizar tareas nocturnas y la aplicación de un sistema de garantía, al cual deberán adscribirse las empresas de servicios públicos que realicen labores con roturas de pavimentos y aceras.

A partir de esa norma, Mauricio Macri anunció ahora su plan trienal de bacheo para la ciudad. El mismo incluye la reparación de 1.500 calles por año, y obliga a las empresas de servicios públicos a “hacerse responsables por roturas en aceras y pavimentos”.

Según se anunció, el plan prevé fuertes multas para las empresas prestadoras de servicios que no acaten la nueva normativa. La misma contempla que adhieran “a un sistema que garantizará, mediante un depósito, la reparación de los pozos y baches que originen sus trabajos de mantenimiento”.

Según la disposición, al momento de pedir permiso para la obra, la empresa abonará a la Ciudad un costo por trabajos de apertura y cierre, más un arancel por gastos administrativos.

Las privadas harán el trabajo de la apertura, mientras que el Estado cerrará el bache.

Habrá multas de hasta 150 mil pesos para las que abran sin la habilitación correspondiente, que tarden mayor tiempo del pactado, rompan más volumen del previsto, declaren una emergencia cuando no existió o no señalicen adecuadamente la obra.

El plan de recuperación de 1.500 cuadras por año prevé una inversión total de 490 millones de pesos durante el próximo trienio para pavimento.