Fuera de discusión de los daños que provoca manejar con algún grado, aunque sea pequeño, de ebriedad, el dispositivo de alta tecnología que impide la marcha del vehículo si mide cierta cantidad de alcohol en la sangre mediante el aire que exhala el conductor, sería una solución aun más efectiva que el control policial de alcoholemia.

Este aparato existe y se encuentra en fase de experimentación incorporado en camiones transportistas utilizados en Europa y Estados Unidos. También en nuestro país ya existe esta tecnología, que sirve para todo tipo de vehículos o máquinas eléctricas de alto riesgo y mide el grado de alcohol en aire exhalado del conductor u operario.

Según la iniciativa del diputado de la Coalición Cívica Francisco Ferro sería el Poder Ejecutivo, a través de la reglamentación, quien establezca las distintas etapas y modalidades en que los vehículos deban implementar el sistema que se incorpora y el plazo en el que será exigido plenamente el mismo.

El proyecto detalla que al sistema “en el mundo se lo conoce como Alcolock o Interlock y tanto Europa como Estados Unidos y Canadá están trabajando en ese sentido”.