Cuando todo parecía indicar que el inefable dirigente piquetero Luis D’Elía estaba listo para regresar a la función pública, fuentes de la Casa Rosada dejaron trascender que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no ve con agrado esa posibilidad, para no generar un roce con la comunidad judía a la que cuestiona en forma permanente el proiraní D’Elía.

Otro que está en lista de espera es el remozado y ex funcionario del gobierno Felipe Solá Emilio Pérsico, al que también le prometieron un cargo, pero hasta ahora no pasa nada. Un chimento que circula entre en los suyos es que descubrieron que antes de las conferencias de prensa, el hombre se da una vuelta por la peluquería para estar bien acicalado. “Emilio es coqueto”, justificaron.

Un problema que no tiene el calvo dirigente de Libres del Sur Humberto Tumini, quien asumirá un cargo en la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. El único de los cooptados por los K con puesto seguro.