De cualquier punto del país llegan a las orillas del Riachuelo miles de personas a comprar ropa y otros artículos a bajo precio. Ingeniero Budge se transforma los días miércoles y domingo en una ciudad comercial ilegal por excelencia.

Ante esta situación, el hecho alarmante es el relleno de la orilla del Riachuelo para ganarle más metros al agua e instalar más stand de ventas.

Así lo expresa un proyecto de la diputada nacional Adriana Marino, quien solicita informes al Poder Ejecutivo sobre las medidas adoptadas para evitar que los feriantes de La Salada continúen rellenando clandestinamente la orilla del Riachuelo para poner más puestos de ventas.

También el senador nacional Ramón Saadi solicitó que se informe sobre las medidas y recaudos que se han tomado a fin de controlar la actividad comercial, en su aspecto impositivo, que se realiza en los mercados denominados Punta Mogotes, Ocean y Urkupiña, y sus alrededores, conocidos comúnmente con el nombre de “La Salada”.

Cabe destacar que la feria La Salada está ubicada en Ingeniero Budge, muy cerca de la ciudad de Buenos Aires, y ocupa 15 cuadras de largo. Solamente abre los días domingos y miércoles, desde las 14 y durante 24 horas continuas.

En La Salada hay tres mercados legales (Punta Mogote, Ocean y Urkupiña), que funcionan en los predios cerrados en los que antiguamente estaban las célebres piletas de agua salada que cada verano eran una atracción para los porteños que no se podían salir de vacaciones fuera de Buenos Aires.

En cada uno de esos dos días que abren al público reciben a aproximadamente 50 mil personas, incluidas aquellas que llegan en tours de compras desde el interior.

Esta feria atrae a miles de personas que buscan buenos precios en este emporio de lo trucho: hay excelentes imitaciones de ropa de marca, CD´s, películas y hasta perfumes o animales. Los feriantes aseguran que los precios son bajos porque la mercadería viene directo de fábrica, pero muchos sostienen que allí se ofrecen productos robados, de contrabando o confeccionados en talleres ilegales.

Como ya las calles no alcanzan para el crecimiento de esta Feria, comenzaron los rellenos clandestinos sobre el Riachuelo a fin de instalar nuevos puestos de ventas.

Actualmente las asombrosas montañas de escombros, de tierra o simplemente de basura siguen creciendo sobre la barranca del Riachuelo. Quien se acerque una tarde cualquiera de un día de semana podrá ver gente -casi haciendo equilibrio para no terminar en la oscuridad del curso de agua- mezclando hormigón para levantar estructuras de cemento, de madera o de hormigón.

“Cada vez rellenan más y el problema más grave para los vecinos es que no sólo contaminan aún más al Riachuelo sino que tapan los desagües pluviales que dan al Riachuelo, provocando así grandes inundaciones en los barrios aledaños”, detalla la diputada en su proyecto.