"Fueron ellos mismos y sus propias autoridades las que decidieron tomar su propio camino, 48 horas después de las elecciones, cuando el senador Sanz salió y dijo que retomaban su propio sendero", disparó el ex ministro de Economía.
Después de conocerse el sorpresivo acuerdo político entre el ex presidente Néstor Kirchner y Roberto Lavagna, para reorganizar el Partido Justicialista (PJ), el ex ministro de Economía defendió el acuerdo alcanzado y señaló: “No hubo reconciliación, porque nunca hubo pelea, sí diferencias políticas a finales de 2005 -cuando dejó Economía-, pero en lo personal nunca hubo pelea”, Y agregó: “La palabra reconciliación no va, lo que va es la idea de una etapa distinta, de trabajar en forma conjunta”.
Por otra parte, Lavagna salió a responder las críticas del titular del Comité Nacional del radicalismo, Gerardo Morales, y señaló que la UCR “no tiene derecho a reclamar nada” en torno a su decisión.
En declaraciones radiales, Lavagna consideró que “mal puede asombrarse el radicalismo” por su decisión, porque “fueron ellos mismos y sus propias autoridades las que decidieron tomar su propio camino, 48 horas después de las elecciones”. Y precisó: “Cuando el senador (Ernesto) Sanz salió y dijo que retomaban su propio sendero, tenían todo el derecho a hacerlo, entonces, ahora no tienen derecho a reclamar”. Lavagna y Morales, se recuerda, fueron compañeros en una fórmula presidencial que compitió contra Cristina Kirchner en octubre pasado.
El ex ministro insistió en que el acuerdo alcanzado no implica una alianza con el kirchnerismo y explicó que, a pesar del consenso logrado, “siguen vigentes todos los disensos” planteados durante la campaña electoral de octubre, que ahora se discutirán “en el ámbito” del PJ. Y consideró “una tontería” comparar este acuerdo con el denominado Pacto de Olivos, celebrado entre los ex presidentes Carlos Menem y Raúl Alfonsín en 1994: “Las circunstancias son distintas y los personajes que están en la foto son distintos”.
El ex ministro reconoció que “es una posibilidad” que acompañe a Kirchner como vicepresidente de una lista interna del justicialismo, y aclaró que “el objetivo es la reorganización y la modernización del Partido Justicialista sobre la base de que hay una mayoría, conformada por quienes ganaron las elecciones, y hay una primera minoría, la del grupo que me tocó representar”.
En más declaraciones a las radios, Lavagna afirmó que “lo que se haga, de ser exitoso, va a tener un impacto favorable en el resto de los partidos”. Además, en lo que pareció una referencia a la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, reiteró que nunca realizó “ni seguidismo ni oposición rabiosa al Gobierno”, y que “no hay que revolear acusaciones, sino trabajar con propuestas”.
