Invitado por la Comisión de Legislación General del Senado, que preside el entrerriano Pedro Guastavino, el ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, asistió al Salón Eva Perón, donde debatieron un proyecto que además busca evita el tráfico de niños.

Así lo remarcó el propio funcionario, quien puso énfasis en destacar que el proyecto remitido por el PEN permitirá mejorar ostensiblemente la inscripción de los menores.

Con respecto al doble apellido, sostuvo que la medida permitirá identificar de alguna manera más a los recién nacidos “para evitar el tráfico de niños”.

Fernández señaló que el Gobierno piensa que “estamos haciendo un cambio muy fuerte”, destacando que “había muchas limitaciones con esta ley del año 69 del gobierno militar”. Entre los mismos señaló el nombre extranjerizante que, dijo, tenía que ir con una consideración aparte por parte de ascendencias o descendencias.

“Lo que debemos cuidar es que no se pongan nombres que avergüencen al menor pero lo demás tiene que ser dentro del marco de la libertad”, agregó el ministro, remarcando la necesidad de “facilitar los nombres indígenas, sin ningún tipo de restricciones”.

El proyecto volverá a ser debatido por los senadores la semana próxima, donde buscarán emitir dictamen de la iniciativa que, entre otras cuestiones establece la obligatoriedad del uso del doble apellido, primero el del padre y después de la madre.

Si se convierte en ley este proyecto, todos los recién nacidos deberán, en forma obligatoria, ser inscriptos con doble apellido: primero el del padre y después el de la madre en el caso de los bebés reconocidos por ambos y, sino, el de la madre dos veces.

Además, el proyecto del Ejecutivo propone la eliminación de la preposición “de” en el apellido de casados (optativo tanto para la mujer como para el hombre) y certificar la maternidad desde el primer formulario realizado por el obstetra para quitar cualquier posibilidad de fraude.