En el discurso de una hora y cuarto, la Presidenta recibió 45 aplausos, 15 menos que el ex mandatario en 2007, quien en esa ocasión habló durante 2 horas. Esto es, Cristina recibió un aplauso cada minuto y medio. Néstor Kirchner, quien estuvo ausente este sábado, recibió un aplauso cada 2 minutos.
El primero de los aplausos fue al citar Cristina Fernández de Kirchner el crecimiento económico y la recuparación de la economía Argentina, lo que repitió lo sucedido en el 2007, cuando su marido, Néstor Kirchner estaba a cargo del Ejecutivo.
El segundo fue al anunciar el acuerdo del Bicentenario donde estableció el modelo del país.
“Mientras haya un probre nadie puede estar conforme”, dijo la mandataria logrando los aplausos de los presentes en la Asamblea Legislativa.
Cuarto aplauso: cuando Cristina Fernández aludió a la creación de empleo. “Hemos creado 3 millones de puestos de trabajo”. El quinto aplauso fue por el mismo tema, donde plasmó un claro concepto sobre el acuerdo social donde “presupone definir cuestiones básicas donde todos deben poner algo”.
Seguidamente cosecharía el sexto aplauso al citar que el Banco Central de la República Argentina acumuló 4 mil millones de dolares “que significan un fuerte escudo para las crisis internacionales que antes nos sucumbían”.
El séptimo aplauso lo consiguió cuando exhortó a la banca privada por los créditos. “La banca privada se resiste como hasta ahora, entonces lo vamos a encarar nosotros para continuar reactivando la producción”, manifestó Cristina.
En el primer anuncio de un plan para el futuro, llegó el octavo aplauso al anunciar que Mercedes Marco del Pont va a presentar un plan de financiamiento productivo para Pymes con créditos accesibles.
Luego de una fuerte crítica a la formación de precios, la Presidenta destacó que a través de los créditos y la inversión en el conocimiento se podrá dar una “mejor calidad de vida a nuestro pueblo”.
El décimo aplauso fue cuando concluyó una idea sobre la relación del agro y el valor agregado como clave para mejorar la calidad de vida de los argentinos, porque con “un agro con un alto valor agregado en su cadena de producción es el modelo de país que queremos”.
El siguiente aplauso corresponde a una reiteración del llamado de atención para las bancas privadas para que den créditos blandos para la inversión productiva.
El 12º estallido llegó de la mano de Brasil, al cual se refirió como “socio estratégico donde la clave esta en la economía e integración regional”.
“La incorporación de Venezuela al Mercosur no es por amiguismo político o afinidad personal, sino para cerrar el círculo de la energía”, expresó Cristina logrando el 13º aplauso.
El décimocuarto aplauso lo mereció el anuncio del Plan de Inversión Pública, que se anunciará, según Cristina Fernández, el 18 de marzo. “Aborda un plan estratégico de inversión pública para las provincias”, dijo la Presidenta y provoco los aplausos de todos los presentes menos el ministro de Planificación Julio De Vido.
Otro aplauso se registró cuando dijo que se pretende llevar “agua potable al 100% de los habitantes”.
Luego continuó con la temática energética y detalló un acuerdo regional con Bolivia, Brasil y Argentina sobre la materia, por lo que obtuvo el decimosexto aplauso.
Como de costumbre, el 17º aplauso fue para la critica realizada a la prensa. Los que ahora son expertos en los 80 no hicieron nada. “Nula energía y mala economía”.
18º aplauso, donde algunos legisladores miraron para el palco de los periodistas. “Informar no asustar y preocupar”, dispar+o Cristina Fernández. También consiguió otro apoyo cuando dijo que para algunos medios “esta todo mal por un pauta”.
El aplauso número 20 fue luego de referirse a la reorganización de trenes y detalles del tren bala. “Hay que hacer”, definió la mandataria que se equivocó la línea que planea sotorrear, ya que dijo San Martín y es Sarmiento.
El plan de finalización de la secundaria fue el que despertó el siguiente aplausos de los presentes.
Siguiendo la temática de la educación, Cristina se refirió a la promesa por parte de los sindicalistas docentes para garantizar los 180 días de clases, lo que llevó a que por primera vez la oposición se sumara a los aplausos.
“No hay peor educación que la que no se da; queremos una escuela pública abierta”, fue la frase que más se aplaudió a continuación. Hasta el jefe de Gobierno Mauricio Macri lo reconoció y se atrevió a aplaudir la propuesta de articular la escuela pública con la privada.
Sobre la transparencia de los privados y la subvención del Estado fue el 25º aplauso en menor medida.
Cristina reclamó transparencia para que “los usuarios y consumidores sepan como se componen las cadenas de valores por lo que se está pagando en el mercado”, lo que arrancó el 26º aplauso.
“En Educación no sólo se debe discutir del salario docente sino también quienes somos los responsables; quien es el estudiante y quien es el padre”, manifestó la mandataria siendo reconocida una vez más.
Mereció otros aplausos lo que será una de las principales tareas del Congreso: la nueva Ley de Educación Superior.
Al referirse a la libertad de cátedra, “la libertad de enseñar a raja tabla”, logró el 29º aplauso.
El trigésimo reconocimiento se refirió a la devolución de conocimientos como generación de riqueza. “El compromiso de los universitarios para hacer el esfuerzo que necesita este cambio”, definió la Presidenta lo que logró un corto aplauso número 31.
El capítulo de la salud fue el que captó las voluntades de los presentes al anunciar el plan de cardiopatía congénita.
A dos ministros mencionó la Presidenta: a Lino Barañao y a Graciela Ocaña. La mención de esta última cosechó un nuevo aplauso. “Graciela lo puede hacer”, dijo, emocionando de paso a la ministra.
“Hay generaciones que no vieron trabajar a sus padres nunca”, sentenció la mandataria y anunció un plan de abordaje integral local urbana y rural.
El Plan de Sanidad Escolar (PROSANE), el control de la Salud en el colegio, se llevó el aplauso número 35.
Sobre seguridad y justicia aseveró que “no hay acuerdo, tiene que haber cumplimiento de la ley” y estalló recinto en un cerrado aplauso.
“No podemos tener leyes para todos los delincuentes. La ley es igual para todos”, fue el aplauso 37º.
Con respecto a los derechos humanos, se refirió al pedido de que los detenidos por delitos de lesa humanidad vayan a las cárceles comunes, lo que provocó el siguiente aplauso.
Cuando habló de aumentar los recursos de la Justicia cosechó un corto aplauso, pero luego tuvo otro reconocimiento ante la frase: “que cada poder se haga cargo de lo que le compete según la Constitución”.
Tras breves celebraciones por dichos a favor de la recuperación de la institución policial, llegó el aplauso número 43º de todo el pleno. Fue al referirse a las islas Malvinas. “Le pedimos a la Gran Bretaña un acto humanitaria para que permitan volar en avión a los deudos a los familiares de los caídos”, dijo.
En referencia a los 3 meses de gestión, dijo: “tengo confianza que la sociedad está cambiando” consiguió más aplausos.
El último aplauso, el número 45, llegó al referirse al Congreso, su rol y la necesidad de debatir las leyes “como se hizo con la ley de trenes y de seguridad vial, donde se sacó un artículo por ser inconstitucional”.
45 aplausos en un discurso de 1 hora y cuarto, lo que da un aplauso cada un minuto y medio.
