A más tardar el próximo martes, Mauricio Macri pedirá licencia al frente de la conducción de Boca Juniors, según deslizaron voceros macristas.

La decisión es para salir al cruce de las críticas e incluso objeciones institucionales que se han expresado desde diversos sectores desde que sorpresivamente reasumió la presidencia del club que dirigió durante doce años.

Entre esas críticas se escucharon lógicamente las de la oposición, pero también las de constitucionalistas reconocidos como Félix Loñ, quien cuestionó la doble función ejercida por el titular de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad.

Desde la oposición, el legislador kirchnerista Pablo Failde consideró que “no es ético que Macri esté en los dos lados del mostrador” y fue aun más lejos, al presentar una acción declarativa de certeza por la cual el Tribunal Superior de Justicia porteño deberá determinar si ambas tareas son incompatibles.

El objetivo anticipado por el vicepresidente del bloque kirchnerista es “despejar el estado de incertidumbre existente”, según expresó a través de un comunicado.

En su presentación, Failde aclaró que “a Macri lo eligieron el 60 % de los porteños para que dedique el 100 % de su tiempo a la gestión”, ya que la intendencia es “un trabajo de tiempo completo”.

Por otra parte, sostuvo que si durante su anterior presidencia de Boca Macri debió renunciar a los cargos directivos del grupo empresarial SOCMA para cumplir satisfactoriamente su trabajo “resulta lógico suponer” que su vuelta al club “implicará restarle tiempo a las funciones de jefe de Gobierno”.

Otro crítico fue el socialista Roy Cortina. Para el diputado nacional, Macri “debería dejar de improvisar y de una vez por todas ponerse a gobernar”, e instó a que renuncie a alguno de los dos cargos.

El ex ministro del gobierno de Jorge Telerman dijo que Macri “no puede quedarse con los dos 'chiches' al mismo tiempo”, reclamando que elija cuál para él tiene más prioridad.