El pasado sábado 1º de marzo, tropas colombianas ingresaron en territorio ecuatoriano en el marco de una operación militar premeditada, con el objetivo de dar por muerte a un grupo de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, entre los que se encontraba el numero dos de dicha organización, Raúl Reyes.

Luego de las acusaciones del Gobierno de Colombia hacia el Gobierno de Ecuador, respecto del apoyo de los asiduos contactos entre este último y las FARC; y de la ruptura de las relaciones diplomáticas por parte de Ecuador con el vecino país; queda claro que las tensiones van en aumento, al límite de poder desembocar todo en un conflicto bélico.

Complementariamente, y en virtud de la acusación lanzada contra el Presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela, referente a la financiación de las FARC por parte del gobierno venezolano, el presidente Hugo Chávez concretó el pasado lunes tres de marzo la expulsión del embajador colombiano en su país.

El senador nacional por el radicalismo, Juan Carlos Marino, presentó un proyecto para que el Poder Ejecutivo se abstenga de tomar partido en el reciente conflicto que enfrenta a la Republica de Colombia con la Republica de Ecuador con motivo de la incursión de tropas colombianas en territorio ecuatoriano que finalizara con la muerte de 17 guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

“Resulta inadmisible la intromisión por parte de Colombia en territorio ecuatoriano con el objetivo de concretar una operación militar en el modo en que se ha hecho, y a esta altura es preocupante el abandono de la diplomacia para dirimir este conflicto”, aseguró el senador.

En este contexto, “es más que importante el rol que cumplan cada uno de los líderes de la Región Sudamericana, ya que su interacción constituye una instancia insoslayable para el reestablecimiento de los canales diplomáticos formales”, agregó el legislador.

Marino manifestó que “la tarea a cumplir por los líderes de la región, debe ser completamente neutral de tal manera de evitar entrometerse en el conflicto bilateral, ya que de lo contrario solo podría agravarlo”.

Según el senador, “genera preocupación el próximo viaje programado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a la Republica Bolivariana de Venezuela a concretarse el día miércoles cinco del corriente mes, si se considera el papel que este país juega en el conflicto. De concretarse dicha visita, resulta difícil pensar que nuestro país pueda mantenerse ajeno a la situación”.

“No se trata de cercenar el rol de la Presidenta, sino de advertir que -por tratarse la República Bolivariana de Venezuela de un país donde el conflicto ha cobrado un elevadísimo voltaje-, quede inevitablemente la República Argentina en una posición en la cual termine tomando posturas sobre este enfrentamiento. Atento lo manifestado, se sugiere que previo a concretar la visita al Presidente Hugo Chávez, se deje expresamente establecido que este tema no formará parte de la agenda de tal encuentro”, explicó Marino.

Por último, el senador consideró que la Argentina debe intentar que se recuperen las relaciones diplomáticas entre ambos países para avanzar en una solución.