La senadora Hilda González de Duhalde reclamó que muchos de los que están cerca de la Presidenta se hagan a un costado, comenzando por su esposo. Dijo además que la mandataria trata de victimizarse al decir que la atacan por ser mujer.
Chiche Duhalde reapareció en los medios a partir de la difusión de un encuentro que mantuvo con el ministro de Seguridad de Daniel Scioli para hablarle sobre un proyecto de su autoría para destinar parte de las retenciones a combatir la inseguridad en territorio bonaerense. A partir de esa cuestión, buscó poner en discusión –como tantos otros legisladores que tratan de llevar ese debate al Parlamento- el tema de las retenciones.
En Pablo y a la Bolsa, de Radio América, le advirtieron que parte de la culpa la tiene también su esposo, quien impuso durante su mandato las retenciones. Si bien la senadora aclaró que no quería hacer una defensa de la gestión de su esposo, aclaró que de lo que estaba hablando era no de las retenciones, “sino de lo que les corresponde en todos los recursos que el Estado va acumulando”.
Y respecto a los tiempos de su esposo, remarcó que “en aquel momento el país estaba incendiado, no había recursos para pagar nada. Ni siquiera las instituciones de menores, que representaban 600 mil pesos. Y en aquel momento se convocó a la mesa del diálogo, de donde surgió la necesidad de tener un porcentaje en las retenciones para poder poner en marcha el país. Y rápidamente nuestro país solo, a partir de la devaluación y de la implementación del Plan Jefas y Jefes de Hogar, para pacificar el país, se puso en marcha. A tal punto que los hombres de campo reconocen ampliamente la gestión de Duhalde”.
“Lo que pasa a posteriori es que en forma inconsulta se llevan esas retenciones a un número excesivo”, aclaró la ex primera dama, quien destacó haber planteado durante sus dos años como senadora que las retenciones “se vayan disminuyendo las retenciones de a poquito, porque un país que nos jactamos de tener tantos recursos, lo que tiene que hacer es dejar de apretar a los sectores que producen. Hay que liberarle las manos para que puedan producir cada vez más”.
González de Duhalde dijo que “no puede ser que Uruguay exporte más carne que nosotros”.
Respecto a la intención de la oposición de unirse para reclamar que las retenciones sean coparticipables, se le preguntó si estaría dispuesta a formar parte de ese reclamo. Respondió que “yo estoy de acuerdo en principio con que los gobernadores tengan lo que hay que tener para reunirse y discutir una nueva coparticipación. A partir de ahí nosotros deberemos convertirlo en ley. Pero esto depende de una decisión de los gobernadores; si ellos por temor, por miedo, por la chequera, por lo que fuere, no se atreven a discutir esto, nosotros los senadores es muy poco lo que podemos hacer”.
“Lo que ha quedado flotando la gran discusión de fondo, que es la enorme concentración de recursos que hace la Nación, que no los coparticipa y que solamente les entrega dádivas a los que son sus amigos y les corta los víveres a los gobernadores que se atreven a levantar la cabeza”.
“Otro tema que ha quedado flotando es si verdaderamente somos un país federal”, agregó.
Luego detalló que una familia necesita 800 pesos tan solo para comer hoy en la Argentina. Lo explicó haciendo referencia a una cuenta hecha con sólo tres productos: leche, pan y carne. “Una familia que tenga que comprar un kilo de carne, un litro de leche y un kilo de pan, tiene ahí 800 pesos por mes. Porque si usted saca la cuenta de que un kilo de carne está 20 pesos, son 600, y que un litro de leche y un kilo de pan le sale 7, son 210. Ahí tiene 800 pesos. Entonces la gente literalmente no tiene para comer”.
“Ese es el tema –dijo-. Dejémonos de discutir cosas que tienen relativa importancia y empecemos a preocuparnos de lo esencial, no podemos decir que tenemos un país rico donde la gente no pueda acceder a los alimentos básicos, porque los números que le estoy dando son absolutamente reales”.
Advirtió sobre otros agravantes, tales como programas nacionales financiados por el BID, financiados hasta el 2011, que garantizaban remedios gratuitos para todas las unidades sanitarias del país y que “hoy no están llegando. Va a una unidad sanitaria y le dicen: ‘sí, me entregaron 20 Amoxicilinas, que aquí me duran 5 días, el resto del mes no tengo para darle a quienes vienen’. Está habiendo mucho abandono de personas”, denunció.
Respecto a los dichos de la Presidenta respecto a que las críticas en su contra tienen que ver con su condición de mujer, Chiche Duhalde sostuvo que “para nada” es así. “Primero, que ella ha sido una mujer que ha mostrado, desde que hizo su primera campaña en 2005, que es una mujer independiente –remarcó-; inclusive pedía que no le pusieran el apellido de casada, ha hecho manifestaciones de independencia muy fuertes. Pero ahora, en esta situación, toma esta metodología porque es una forma de victimizarse”.
González de Duhalde sostuvo que la Presidenta “no está convencida de ello, ella sabe que está para mucho más, lo que pasa es que para eso debe dejar de escuchar a quienes ejercen influencia sobre ella y debe ser auténtica, la gente está esperando una presidenta auténtica, sensible, que comprenda los problemas de Argentina y que si no los conoce escuche a los que saben. Y que se ponga a gobernar”.
“Esos cuatro días de discursos, en realidad fueron una pérdida de tiempo para la sociedad argentina”, sostuvo. Y ante la pregunta de si Néstor Kirchner era una mala influencia para Cristina, Chiche dijo que “yo creo que no le hace bien; ella debe exigir que se corran a un costado, hoy la presidenta de la Nación es ella y si es capaz de escuchar y como mujer creo que debe tener sensibilidad, debe saber lo que está pasando con los pueblos, la gente más humilde, que no tienen para comer”.
“El primero que tendría que hacerse a un costado es su esposo: se podría ir a viajar por el mundo, ir a visitar los organismos internacionales, dar conferencias de lo bien que gobernó el país, todo eso podría hacer el ex presidente, pero que por Dios la deje gobernar”, remarcó.
Por último, Chiche destacó que este “no es un gobierno de 100 días, es un gobierno de cuatro años y pico. Si quiere ser el cambio que pregonó en la campaña, debe sacarse a personajes que son muy mal mirados por la sociedad. Y vuelvo a repetirle: nadie le pide a un presidente de la Nación que conozca todos los temas, lo que le pide es la sabiduría de saber escuchar a los que conocen y a partir de ahí empezar a construir un proyecto de Nación”.