El vicepresidente primero de la Cámara de Diputados bonaerense, Martín Ferré, acompañado por sus pares: Ricardo Giacobbe, Daniel Gurzi, y Ricardo Gorostiza y Mirta Cure recibieron a los candidatos a senador y diputado para las elecciones italianas 2008, Pier Paolo Turrini y Luisa Fasano, respectivamente.

El lema de estos aspirantes a legisladores por la comunidad itálica en nuestro país, es “Para que los tanos y los italianos sean, al fin, iguales”, y para ello han desplegado una serie de proyectos.

En primer lugar, Turrini confirmó que, en la Argentina se han descubierto para estos comicios que sobran más de 120.000 sobres impresos. Y curiosamente, él es uno de los afectados, pues el sobre que debía llegar a su nombre fue entregado por la “estafeta” postal a otra persona.

“Es como si yo ya hubiera votado en contra mío”, graficó el visitante, quien confirmó que los abogados de su agrupación: “Consumatori Civici Italiani”, radicaron la denuncia penal en Roma. Además informó que el padrón agrupa a unos 450.000 connacionales radicados en distintos puntos de este país: 160.000 en Buenos Aires, 51.000 en La Plata, 30.000 en La Matanza, 23.000 en Lomas de Zamora, 53.000 en Rosario y unos 14.000 en Mendoza.

Para el candidato, su iniciativa más relevante es la apertura de oficinas en distintos lugares de la Argentina para que se acerquen los nacidos en la península y conozcan que gozan de los mismos derechos que les confieren las leyes a aquellos que viven en suelo italiano. Y esas atribuciones las extiende al campo de la salud, la educación y las jubilaciones. “Qué los que viven aquí sean absolutamente iguales en esas áreas a los que se quedaron a vivir en nuestra tierra”, manifestó Turrín. No obstante, reconoció que hay un 20 por ciento de personas nacidas en Italia y residentes en nuestra patria que tienen un pasar solvente, pero que el 80 por ciento restante pertenece a capas medias o indigentes, que ni siquiera pueden tener o renovar el pasaporte para ejercer su derecho a voto en la próxima elección. Turrini nació en Bologna y vive en Buenos Aires desde 1998. Es licenciado en jurisprudencia y empresario del agro. Luisa Fasano nació en San Justo y es traductora pública. Ambos se precian de conformar la “unión perfecta del trabajo y la producción al servicio de la comunidad y de la pequeña y mediana empresa familiar como motor del desarrollo y de la prosperidad”.