La iniciativa oficial que resiste la oposición generó una amplia discusión en el recinto. Se trató sobre el final de la sesión, a partir del intento de la oposición de convocar al secretario de Medios.
El senador radical Juan Carlos Marino llevó la voz cantante, reclamando la presencia del secretario de Medios, Enrique Albistur, para interrogarlo sobre el proyectado Observatorio de los Medios. En el marco de su discurso, el senador pampeano advirtió que “tenemos miedo que este Observatorio de Medios se convierta en un observatorio de miedo”.
Por su parte, el senador de la Coalición Cívica Samuel Cabanchik puso a discusión un proyecto suyo para desagraviar al caricaturista Hermenegildo Sabat, criticado públicamente por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Ninguna de las dos iniciativas prosperó.
Encargado de defender el tema fue el presidente de la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión, Guillermo Jenefes, quien rechazó de plano que ese observatorio pretenda coartar la libertad de expresión.
Señaló que “la Presidenta lo único que expresó fue que todas las universidades públcias van a ser invitadas a integrar este observatorio, para ver si existe algún tema de discriminación, xenofobia o raza”. Puntualizó que la iniciativa “no tiene ningún fundamento alguno una mordaza a la prensa”, y enfatizó que en realidad el observatorio existe desde 2005. Fue constituido entonces, constituido por el INADI y el Consejo de la Mujer, y ahora se le integran las facultades de Ciencias de la Comunicación de las universidades de todo el país.
Advirtió además que este jueves, en la Comisión de Libertad de Expresión de Diputados, se va a tratar la creación de un observatorio impulsado precisamente por todo el bloque de la Unión Cívica Radical.
“No se busca la mordaza de ninguna prensa, sino que en el contenido de la radio y la televisión no haya ningún contenido que constituya un ataque discriminatorio”, destacó el legislador jujeño. De ahí que considerara en nombre del oficialismo que “pedirle al secretario de Medios que venga a expresar qué significa el Observatorio de Medios, no tiene sentido”.
Empero, aclaró que “seguramente va a venir a hablar de todos los temas que sean necesarios y tengan que ver con la prensa”. Al respecto, destacó que todos los años en el seno de la comisión que él preside se ha invitado no sólo al secretario de Medios, sino también al de Comunicaciones y al titular del COMFER, pero por esta cuestión particular, “no merece pasar ni siquiera a comisión”.
Posteriormente habló el puntano Adolfo Rodríguez Saá, quien acompañó la iniciativa opositora de reclamar la presencia del funcionario en el Congreso. “Estamos viviendo un momento muy complicado y difícil en el tema de la libertad de expresión”, sostuvo el ex presidente, haciendo a continuación referencia a una situación particular vivida en su provincia.
Al respecto, Rodríguez Saá denunció la existencia de supuestas presiones oficiales que habrían “echado para atrás” la publicación de un reportaje a su hermano, el gobernador Alberto Rodríguez Saá, en el diario La Nación.
Más adelante fue el turno del jefe del bloque radical del Senado, Ernesto Sanz, quien rescató que esa discusión hubiera servido como disparador de ese debate. “Recogemos el guante del presidente de la Comisión de Medios de Comunicación –dijo-, y por si no tenemos el número de votos suficientes para traer al secretario de Medios, vamos a solicitar que en efecto él venga a la comisión, para que se traten todos los temas puntuales que hacen a la política de medios”.
El senador radical advirtió que “el Congreso no tiene que discutir cuestiones coyunturales solamente y terminar con proyectos de resolución”.
“A nosotros los radicales nos gustaría hablar por ejemplo del tema de licencias, prórrogas, cómo se otorgan”, señaló, recordando hace tres años exactamente ese Congreso fue omitido a través de un decreto en ese tema.
El senador mendocino reclamó poner en discusión las nuevas licencias otorgadas a canales de televisión abierta y radios, y agregó que “me gustaría hablar de cual es la política, porque esta no es una política de gobierno, sino de Estado”.
Agregó al temario la cuestión de la distribución de la publicidad oficial y puso énfasis luego en “los negocios paralelos de los medios”. Al respecto pidió abrir una discusión en la Argentina sobre el tema y comentó la cuestión de empresas provinciales dueñas de medios también tienen otros negocios. “Tendremos que discutir de qué manera se vinculan con el Estado”, dijo.
“Lo peor que puede ocurrir es que sigamos avanzando en temas coyunturales –advirtió-.
Ojo, no perdamos de vista que mientras tratamos estos temas se nos pasan por el costado temas que son importantes que van definiendo de qué manera se va conformando la sociedad democrática de la Argentina”.
El mensaje de Ernesto Sanz concluyó con un temor: “que cuando se hable del poder real, la gente va a mirar a otros factores y no a nosotros, que somos la base del poder institucional en la Argentina”.
El debate sirvió incluso para que el senador Carlos Menem hablara, cosa que no hacía desde principios de 2006, en este caso para corregir a la senadora María Eugenia Estenssoro, que había señalado que el delito de desacato se había derogado en los 80: “fue durante mi gestión”, le aclaró el riojano.
Una fuerte defensa del Gobierno formuló la senadora misionera Elida Vigo, quien cuestionó incluso la caricatura de Sabat, que disparó la réplica presidencial. Al respecto, la senadora consideró que “esa cruz en la boca ha significado un hecho discriminatorio”, y lo sumó al hecho de que la Presidenta sea mujer.
“Todos tenemos derecho a opinar, pero con el mayor de los respetos, porque somos un país que está saliendo de una profunda crisis”, enfatizó.
A su turno, el presidente del bloque oficialista, Miguel Angel Pichetto, se quejó porque se había generado un debate que no estaba habilitado. Dijo que el oficialismo no estaba “en contra de limitar la palabra” (SIC), pero se quejó por el uso de la palabra de “bloques minoritarios” que se extienden en discursos “que se repiten”.
Se quejó además porque no debería hacerse “un debate libre, donde todo el mundo habla, porque eso ocurre cuando el tema está habilitado. En primer lugar, no vamos a habilitar el tema”.
Luego dijo que si hay algo que no falta en la Argentina es libertad de prensa, aunque aclaró que “no es un logro de este gobierno, sino de los sucesivos gobiernos democráticos”. Resaltó al respecto que “se han derogado normas, como el desacato en la década del 90, como ha dicho el senador Menem”, y reclamó luego tener en la Argentina “una mirada positiva”.
Dijo que la Presidenta “tiene el derecho a contestar”, porque el derecho a réplica es un derecho constitucional, y reclamó luego mesura en el debate.
Advirtió también que “si hay prensa en la Argentina, existe por este Congreso”, argumentando que hoy la publicidad en los grandes diarios argentinos ocupa páginas enteras, lo cual explica que “se ha recuperado capacidad económica en la Argentina”.
Agregó que “cuando la Argentina se caía, los medios no tenían recaudación. La mayoría estaba endeudados con bancos acreedores, y fue este Congreso el que dictó una ley que impidió el sistema de cram-down, que es el apoderamiento por parte de las empresas de los medios nacionales”.
“A veces ni siquiera hay un homenaje al Congreso, en términos de haber preservado los medios nacionales, que sino estarían en manos de sectores financieros que eran acreedores”, se quejó, para mostrarse luego dispuesto a debatir una nueva ley de radiodifusión.
Obviamente, no se aprobó la presencia del secretario de Medios en el Senado.