Hubo abucheos para legisladores del oficialismo. Algunos legisladores de la oposición fueron muy aplaudidos en el Cabildo Abierto que se desarrolló en la biblioteca popular de Paraná. Faltaron a la cita los senadores del PJ Guillermo Guastavino y Blanca Osuna. También el diputado peronista Nelio Calza. Alfredo De Angeli participó de la asamblea y lanzó duras advertencias.
Con una Biblioteca Popular colmada de productores y públicos en general, los legisladores nacionales entrerrianos -con excepción de los oficialistas Guillermo Guastavino, Blanca Osuna y Nelio Calza-, brindaron su posición respecto del conflicto agropecuario que mantuvo un paro de 21 días en rechazo al aumento de las retenciones.
Tras entonar las estrofas del Himno Nacional y el discurso de bienvenida del dirigente de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER), Jorge Chemes, cada uno realizó una exposición de aproximadamente cinco minutos para luego dar paso a las propuestas, planteos y alternativas que presentaron los productores.
Algún desprevenido que llegara tarde la reunión corría el riesgo de confundirse al escuchar la voz de una mujer que asumía como "un error personal" no haber "estado en los cortes" junto a los productores que protestaron contra el aumento en las retenciones, a las que no dudó en calificar de "confiscatorias". No, no se trataba de una legisladora radical o socialista, sino de la diputada del PJ Cristina Cremer, esposa del ex gobernador Jorge Busti.
"La verdad que estas retenciones fueron inesperadas", dijo Cremer en otro tramo de su intervención a la que agregó "Tenemos que evitar la burocracia (que hace) que los productores vayan a Buenos Aires y no se traigan nada". De lo que se trata –explicó- es de "evitar que Buenos Aires se quede con todo".
La buena suerte de Cremer contrastó con el traspié de Gustavo Zavallo. A pesar de que ambos diputados han compartido la misma posición en el conflicto, el joven dirigente de Paraná Campaña no pudo terminar de hablar ante una ofuscada asamblea de productores.
En lo que constituyó la primera intervención oficialista, Zavallo, asumiéndose integrante de un partido político, intentó criticar a quienes lo precedieron en el uso de la palabra. "Ya que vamos a hacer historia…" mencionó y los abucheos le impidieron terminar la frase.
El griterío continuó hasta que el dirigente de la Federación Agraria Alfredo De Angelis tomó el micrófono para pedir "calma" al público, y a los legisladores "que no hablen del pasado porque el pasado de cada uno de ustedes ya lo conocemos". Le respondieron con fuertes aplausos.
Zavallo quiso volver a hablar, pero desde las tribunas le reclamaban "propuestas". Entonces, se limitó a decir que se hacía cargo de la crisis como miembro del oficialismo y se sentó.
A diferencia de los restantes legisladores oficialistas, Raúl Solanas exhibió una fuerte alineación con el Gobierno nacional, lo que despertó el enojo de los productores presentes.
Tras pedir que lo escuchen y que "no censuren, Solanas, enumeró uno por un los proyectos presentados a favor del campo y mencionó el de coparticipación de de las retenciones," proyecto que fue rechazado por algunos representantes de ustedes con el argumento que si se coparticipaban las retenciones, nunca más se iban a eliminar", dijo.
La reunión que las entidades dieron en llamar "Cabildo abierto" alteró el ritmo habitual del centro de la ciudad, con la interrupción del tránsito en inmediaciones de Plaza Alvear, ubicada a media cuadra de la Biblioteca Popular donde se realizó el panel , a una cuadra de Casa de Gobierno.
Buena parte del público que colmó las instalaciones del salón de la biblioteca fue movilizada por la Corriente Clasista Combativa (CCC), según se pudo constatar.
El primero en hacer uso de la palabra fue Lisandro Viale, el único socialista del panel. Tras saludar la iniciativa de los productores, sostuvo que la puja entre el campo y el Gobierno no debe reducirse a "un problema de un punto más o menos de retención", sino que expresa "un problema social que simplemente empezó a explotar con el campo".
"No fue un piquete de la abundancia, sino una pueblada", remarcó, para sostener luego que "estamos bajo políticas agropecuarias donde el más grande se come al más chico". Y definió a la protesta agraria como un "grito transversal", porque "si al campo le va bien, a todos le va bien".
Un discurso netamente político fue el que eligió para su intervención el diputado de la UCR Gustavo Cusinato. Luego de señalar que "América Latina crece al 6 por ciento por los precios internacionales de los granos", el primer radical en hablar elevó la voz para sentenciar que "este gobierno no está haciendo otra cosa terminar con aquellos que resisten en el campo".
Acto seguido dijo que "estas retenciones son la convertibilidad K ya que conforman un cóctel explosivo y establecen un precio fijo al valor de venta, similar al uno a uno de Menem y Cavallo, con la diferencia que permite el incremento de costos e insumos por encima del 100 %, enmarcado en un proceso inflacionario escondido en los índices de lndec, los que traerá como consecuencia una crisis mayor a la vivida en 1999 por el sector agropecuario"..
Tras los aplausos que contestaron su opinión, Cusinato se envalentonó y definió a De Angelis como un "defensor de los trabajadores y no como (Luís) D`Elía que no se sabe a quién defiende". Ahora no sólo hubo aplausos, sino también aliento del público para el ícono de la protesta en las rutas: "Alfredo, Alfredo", coreó la sala de la Biblioteca.
La diputada Cristina Cremer, esposa del ex gobernador Jorge Busti, sentada al lado de De Angelis, aplaudió y asintió con la cabeza. Desde el comienzo del panel, la legisladora oficialista y el líder de la Federación Agraria dialogaron entre sí; seguramente, uno de los temas de conversación fue la carta enviada por Cremer el día anterior, explicando por qué asistía a la reunión y advirtiendo sobre cierto "clima enrarecido" que generaban algunas declaraciones previas.
Cusinato mencionó que existen muchas iniciativas alternativas para la solución de los reclamos del campo, incluso muchas de ellas pertenecientes a legisladores del oficialismo, "pero el grave problema es que el Congreso no debate", subrayó.
"Estamos ante un Gobierno que sólo hace de escribano de los grandes negocios", dijo.
A su turno el diputado de la Concertación Entrerriana, Emilio Martínez Garbino, afirmó que "aún espera en un rincón olvidado el debate por la Coparticipación. Este injusto reparto –que debió ser transformado hace más de una década por mandato constitucional- marca que aún hoy la Nación se apodera de una desmesurada porción de la torta impositiva, hecho que obliga a las provincias a peregrinar hacia Buenos Aires en búsqueda de paliativos para sus raquíticas economías".
"No nos engañemos los proyectos que llegan al recinto son los del oficialismo, no lo de la oposición", dijo Martínez Garbino al tiempo que llamo a los gobernadores a "poner la voluntad política. Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, deben instruir a sus legisladores para que todos trabajemos juntos los setenta legisladores y de esta manera presionar para una nueva ley de Coparticipación".
Finalmente y recién llegado de la provincia de Chaco y luego de haber pasado por Santiago del Estero, Salta, Santa Fe, Córdoba, De Angeli e que "lo que queremos es una solución integral para el campo, con un punto no alcanza. Toda la gente va a salir a la ruta el 2 de mayo si no hay solución", remarcó el productor del sur entrerriano.
En referencia a los avances de las negociaciones a nivel nacional, De Angeli dijo "que ayer tiraron unas chirolas con la carne pero eso no alcanza. Nosotros por un cambio integral de la política agropecuaria, o no hay arreglo".