En el recinto de la Cámara de Diputados provincial se celebró la entrega de Premios Parlamentario otorgados a la labor legislativa por el año 2007.
El principal homenajeado en la décimocuarta edición de la entrega de Premios Parlamentario fue el jefe del bloque del PJ/FpV, Raúl Pérez, quien recibió de manos de los directores de la revista especializada Semanario Parlamentario la principal distinción: una estatuilla que representa la cúpula del Congreso de la Nación.
Fue el cierre de una jornada emotiva no exenta de fuertes declaraciones políticas que tuvo lugar en el recinto de la Cámara de Diputados bonaerense.
Allí, el diputado Pérez agradeció a sus colaboradores y resaltó el papel de la revista encargada de otorgar estos premios destacando que a lo largo de sus casi 20 años de vida, Parlamentario debió soportar “años de estabilidad y años de crisis”.
Recordó la pasión de la militancia y destacó que su deseo de hacer política nació entre los años 78 y 83, tiempo en el que aprendió a “verificar dónde está el enemigo”.
“Amo la actividad parlamentaria”, dijo en un párrafo de su aplaudido discurso Pérez, destacando sus pasos por la Legislatura y el Concejo Deliberante, donde le tocó presidir la bancada opositora. Volviendo a su pasado, destacó la alegría con que vivió el advenimiento de la democracia allá por 1983, más allá de que no fuera su partido el ganador. Pese a ello, contó, fue a la Plaza el 10 de diciembre de 1983, a festejar con alegría.
Empero, vivió con frustración la crisis de 2001 y, ya en el Poder Legislativo, dijo haber vivido dos años como diputado “con mucha angustia”. Sin embargo, sostuvo que posteriormente se ha dado lo que definió como “una revalorización de la democracia”.
En ese marco, aclaró que vive como una asignatura pendiente “la reconstrucción de los partidos políticos”, comenzando con el suyo.
En otro párrafo, resaltó como hechos positivos de la política actual “la incorporación de la mujer a la política, que está aptísimamente más comprometida que los hombres”, desatando un encendido aplauso de la platea femenina. Resaltó además el ingreso de la juventud que se está produciendo en la política.
La otra gran premiada, la senadora Adela Segarra, quien debería haber recibido la principal distinción por su labor en la Cámara alta, no estuvo presente por estar en Ecuador, acompañando la visita presidencial a aquel país.
Sí estuvo en cambio el diputado (MC) Luis Bruni, uno de los principales ganadores de la edición anterior, quien consideró el premio “un estímulo para seguir trabajando y aseguró que “hay en esta Legislatura un gran potencial para mejorar la labor parlamentaria”.
A su turno, el senador Jorge Pirozzolo hizo una referencia a los recientes conflictos del Gobierno con el campo, sin nombrar a ninguna de las partes, pero tomando lógica posición por el primero. Señaló que “esos locos que alguna vez nos arruinaron piensan que a los gritos pueden cambiar esto”, ante lo cual, les advirtió que “eso se hace en el cuarto oscuro y con los votos”.
Mientras el diputado Carlos Bonicatto aseguraba que “este premio legitima la representación”, el senador Marcelo Honores reivindicaba haber ejercido en ese ámbito “el derecho a discrepar”, y reclamaba “no generar otra vez las falsas antinomias entre las fuerzas políticas”.
El legislador radical citó al extinto dirigente radical Ricardo Balbín, “al que le podrán rematar los bienes –dijo-, pero sus ideas siguen presentes, por encima de las antinomias”.
La legisladora Laura Berardo, del Movimiento Libres del Sur reifindicó a Parlamentario como “una herramienta de difusión de ideas”, y destacó dos veces que “se va construyendo en el colectivo”. Recordó el día en el que prestó juramento y retomó el valor de ese día para renovar el compromiso ante la ciudadanía. Se comprometió además con “los 30.000 compañeros desaparecidos” y luego reivindicó que la Argentina está viviendo una nueva etapa, en la que abogó por una mayor y mejor redestribución de la riqueza.
Otra legisladora con mandato cumplido fue la senadora Graciela De Leo, quien recordó también haber tenido “el gran sueño de esa democracia en 1983”, y luego dio un mensaje esperanzador respecto a que, “con altibajos, creo que estamos empezando a vislumbrar el país que queremos. Creo que estamos a las puertas de esa oportunidad”.
El diputado Daniel Gurzi agradeció a los 92 diputados que componen el Cuerpo y dijo que “ningún legislador que tenga experiencia nos ha trabado proyectos con mala fe”. A su turno, la senadora Olga Arpiggiani agradeció “la confianza que depositó la voluntad popular”, y destacó que estos son “momentos históricos que debemos apoyar”.
“Es un tiempo de oportunidades”, dijo, para aseverar más adelante que “tenemos un horizonte posible”.
La diputa Alicia Tabarés aclaró respecto al discurso de uno de los directores de Parlamentario, que había hecho referencia antes a la necesidad de que exista debate parlamentario, que “el debate existe en estas cámaras”. Resaltó en ese sentido haber votado leyes que “jamás había pensado que íbamos a votar”, y citó en tal sentido el caso reciente de la ley que favorece a empresas recuperadas.
Al respecto, destacó que “no hubo distinción de banderías” para sancionar esa ley que lleva tranquilidad a las fábricas recuperadas.
A su turno, el joven diputado Juan Carlos Morán, quien concurrió acompañado por su esposa y pequeña hija, recordó precisamente que había llegado a su banca soltero y el final del mandato lo encontraba con una familia formada. Hoy en el Congreso de la Nación, el legislador con mandato cumplido reivindicó la recuperación del lugar que le corresponde al Poder Legislativo.