“Son las vueltas de la vida”, dicen que dijo la diputada nacional del FpV Graciela Camaño a sus asesores y colaboradores, al comentar las ovaciones y los aplausos -que recibió al finalizar su discurso y fundamentalmente al requerir el desafuero de Luis Patti- desde la bandejas de invitados, por parte de los organismos de derechos humanos y movimientos sociales.

Y su reflexión venía a cuento de que cuando juró por un nuevo mandato en diciembre pasado fue silbada y denostada desde esas mismas bandejas y tal vez por los mismos protagonistas.

Como se recordará, a Camaño, le tocó jurar junto a Gloria Bidegain, José María Díaz Bancalari y Juan José Alvarez. Oportunidad en la cual el recinto se cubrió de cánticos contra “Juanjo” Alvarez, en particular, pero malogró la jura de todos, por los asesinatos de los jóvenes piqueteros Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Es que Alvarez era ministro de Seguridad de Eduardo Duhalde cuando ocurrió este suceso.