Cristina Fernández de Kirchner presentó en la Casa de gobierno un proyecto de ley que busca impulsar la producción autopartista. El proyecto será enviado en las próximas horas al Congreso.

Siempre afecta a dar ejemplos de otras latitudes que han dado frutos importantes, la mandataria comentó el caso de Brasil, donde “antiguos fazendeiros pasaron a la industria y luego a los bancos y volvieron a las fazendas manteniendo sus fortunas agregando valor a la producción”.

Cristina comparó esta situación con las diez familias argentinas de mayor fortuna en 1910 -cuando el país estaba en el séptimo lugar dentro de las economías del mundo- y hoy ya no poseen riqueza.

La mandataria puso énfasis en su discurso en agregar valor a la producción para profundizar el crecimiento. En ese marco sostuvo que “este debate, en el Acuerdo del Bicentenario, pasa por abandonar el sesgo primario de producción para agregarle valor”.

Cristina también se refirió a la visita que realizó a la Argentina recientemente el primer ministro austríaco, país que encabeza la producción de autopartes y que gracias a esto superó el déficit comercial que tenía 15 años atrás. Es importante que sepamos integrarnos a cadenas de valor para sustentar el crecimiento”, afirmó la Presidenta.

El proyecto presentado busca duplicar en cinco años la producción de autopartes locales y el número de puestos de trabajo que genera el sector, a partir de reintegros para la producción.

Del acto, que se desarrolló en la Casa de Gobierno, participaron el ministro de Economía, Carlos Fernández; el secretario de Industria, Fernando Fraguío; y los gobernadores de Buenos Aires y Santa Fe, Daniel Scioli y Hermes Binner, respectivamente.

El Régimen de Fortalecimiento del Autopartismo Argentino prevé un reintegro decreciente en el tiempo, sobre el valor de las compras de las autopartes locales, matrices y moldes, siempre que se trate de plataformas nuevas.

El beneficio será de 8,0 por ciento sobre el valor de compra en el primer año, 7,0 en el segundo y 6,0 en el tercero.

Además, para revertir la escasa proporción de motores de fabricación nacional, el proyecto propone un beneficio más extendido, de 5 años, para la compra de autopartes locales destinadas a motores y cajas de transmisión.

El beneficio se inicia con un 10 por ciento de reintegro en el primer año y culmina con 6 por ciento en el quinto.

Con estas medidas, “en un horizonte de cinco años esperamos llevar a 1.100.000 el número de automóviles y a 500.000 la cantidad de motores fabricados por la industria argentina”, destacó Carlos Fernández al dar a conocer el proyecto.