Luego de dos meses de conflicto abierto con el campo son reiterados los pedidos de evaluación sobre cómo esta impactando en la sociedad esta confrontación. Desde el punto de vista de la opinión pública, en Poliarquía Consultores hemos detectado lo siguiente:

Primero, el conflicto con el agro se sumó a la creciente preocupación que genera el proceso inflacionario en la sociedad y causó un aceleramiento en el cambio de humor social que se venía observando desde el 2007. Por primera vez en muchos años la población evalúa la situación del país con pesimismo: son mayoría quienes piensan que el país no esta en un buen momento, que estamos peor que el año pasado y que la situación empeorará en el futuro; caen la confianza del consumidor y la predisposición al consumo; y, aunque la gente sigue evaluando su situación economía personal de forma positiva, crece la incertidumbre sobre como evolucionará en el futuro cercano.

Segundo, el conflicto está afectando la imagen del Gobierno que cayó 16 puntos en estos dos meses. Además, creció la desaprobación a la gestión económica alcanzando el 61% (23 puntos más que en marzo) y se incrementó fuertemente la opinión que este gobierno no sabe como resolver los problemas del país.

Tercero, la imagen positiva de la presidenta Cristina Kirchner descendió 20 puntos porcentuales en estos dos últimos meses hasta situarse en un 26% (su caída desde enero es de 30 puntos). La caída es especialmente fuerte entre los jóvenes, entre los ciudadanos con educación secundaria y entre los habitantes del NEA. Mientras tanto, la imagen de Néstor Kirchner no se vio afectada con la misma intensidad. En los últimos dos meses el ex presidente sólo perdió 6 puntos de imagen positiva (y 15 puntos desde enero). Así, Néstor Kirchner se mantiene como uno de los dirigentes mejor evaluados del país (aunque no en el primer lugar que ocupó durante toda su presidencia).

Los comportamientos dispares de las imágenes públicas de Néstor y Cristina Kirchner permiten hablar de un proceso de desacople en sus imágenes. Desde que el kirchnerismo llego al poder, las imágenes de ambos habían mostrado patrones de comportamiento similar, aunque con una preeminencia de la imagen del ex presidente de entre 5 y 10 puntos. En estos últimos meses, la brecha entre la imagen de uno y otro ha crecido hasta alcanzar los 23 puntos. Hoy, la mitad de la población que tiene una buena imagen de NK, opina de forma regular o negativa de CK.

En conclusión, ¿es esta caída de la imagen presidencial un hecho extraordinario? No necesariamente. Durante el anterior gobierno kirchnerista, la figura presidencial sufrió periódicos ciclos de deterioro que siempre fueron seguidos por ciclos de recuperación de la imagen. Néstor Kirchner logró durante sus ciclos ascendentes recuperar tres de cada cuatro puntos perdidos. Pero el desacople en las imágenes de Néstor y Cristina Kirchner y la magnitud de la caída sufrida por ella siembran incertidumbre acerca de la evolución futura de la imagen presidencial. Habrá que ver si Cristina Kirchner tiene la misma capacidad de recuperación o si la dimensión de los daños sufridos en esta crisis son ya irrecuperables.

* Catterberg es director de Poliarquía Consultores