Verdades ocultas de un acuerdo
La imprevista alianza del PRO y el FpV que posibilitó la postergación de las elecciones comunales hasta el 2009, dejó a cielo abierto las grietas de estos heterogéneos espacios políticos. Quien es quien en este nuevo escenario

Por César Montenegro
Hasta ahora muchos de los legisladores del macrismo y del kirchnerismo simulaban mirar la Luna, para no hacerse los distraídos; pero la erupción del volcán Comunas esparció cenizas por doquier.
La retórica con la que se intenta fundamentar el acuerdo para postergar las comicios comunales, pese a cualquier declamada buena intención, no alcanzan a despejar las dudas que se han instalado en la arena política porteña.
Desde que asumió la responsabilidad de gobernar, Mauricio Macri, ha trazado como objetivo primordial de su gestión la recuperación del prestigio de las instituciones, cuyo primer paso sería la transformación que la ciudadanía demanda. Transformación que implica un compromiso de la comunidad, aunque esencialmente de sus dirigentes; se comprometió profundizar los valores democráticos en todos y cada uno de los estamentos de la sociedad, superando el pasado y sus errores.
Los desafíos del presente y las exigencias del futuro requieren un sistema de ideas basado en la vigencia de la ética y en la revalorización de la democracia.
En el ámbito estatal, sólo puede alcanzarse por medio de un proyecto reformador, que consolide verdaderamente en la Ciudad de Buenos Aires el régimen republicano, que establezca claramente la división de poderes e instrumente un conjunto de reglas de juego claras, transparentes y que permitan una mayor participación de los ciudadanos en los asuntos relacionados con la dirección y administración del Gobierno.
No podemos hablar de auténtica democracia si en alguno de los tres poderes que la componen cabe la menor sospecha de falta de independencia.
La sociedad, en un ámbito de discusión y participación abierto y transparente, debería dejar de ser una mera espectadora para convertirse en protagonista de la construcción y consolidación del régimen democrático.
Pero esa participación fue obviada, con la postergación de la elecciones de comunas las que, respetando todas las instancias institucionales y constitucionales fueran fijadas para realizarse el 10 de agosto próximo.
Los porteños observaron absortos como la sesión especial citada por la Legislatura para llamar al Ejecutivo que conduce Macri a que efectivice la convocatoria a las elecciones comunales -plenario legislativo que contó con el respaldo de todos los espacios parlamentarios que actúan en el Cuerpo, incluido el kirchnerismo, excepto el PRO-, quedó sin el quórum, dado que la bancada del Frente para la Victoria, defeccionaba de participar en ella.
El jefe de Gobierno, fundamentó la suspensión del acto eleccionario en la falta de “coordinación entre el PEN, el Juzgado Federal y el mismo Ejecutivo”, y agregó que “teniendo en cuenta las dificultades y particularidades de la tarea encomendada, se estima que la realización completa del trabajo insumirá un plazo aproximado de entre seis y ocho meses”, con lo que establecía que: elecciones comunales, recién en 2009.
El kirchnerismo “comprendió” las falencias señaladas y aceptó la postergación de la compulsa electoral para el año venidero.
En la sesión ordinaria, la Legislatura trató la denominada ley de Subtes que prevé modificaciones en sus trayectos y la construcción de tres nuevas líneas, pero cuyo análisis había sido pospuesto en dos oportunidades, en virtud de diferencias insalvables -aún en el mismo macrismo-surgidas en torno a la implementación del proyecto.
La suspensión del tratamiento del tema subtes, propuesta emblemática del macrismo en su gestión de Gobierno fue la primera derrota legislativa y dejó al descubierto, las diferencias conceptuales y de fondo que conviven en los diferentes espacios que componen el oficialismo y que en reiteradas oportunidades fueran dejadas de lado en salvaguarda de la supervivencia del PRO.
La postergación de las elecciones comunales en tanto, dejó vislumbrar en el kirchnerismo, un incipiente quiebre en la unidad de criterios entre sus integrantes.
Qué es el macrismo
El presidente del bloque PRO, Oscar Moscariello, en cada oportunidad donde es abordado sobre la unidad del espacio que conduce, no duda en afirmar que es “monolítica”.
Sin embargo, los hechos fueron marcando -sesión tras sesión- las dificultades que encuentra su gestión. Disidencias de criterios en cómo se plantean los proyectos y aún más, cuestionamientos a la forma y fondo de los mismos es moneda corriente en su labor legislativa. La soledad, fue su única compañera -en reiteradas ocasiones- cuando debía fundamentar las propuestas enviadas por Macri. Es que le ha tocado comandar una bancada signada por matices ideológicos imposibles de salvar sólo desde el mero voluntarismo.
Al espacio lo amalgama únicamente la figura del líder del PRO, Mauricio Macri; hasta hubo oportunidades en las que los legisladores macristas se negaron a abordar temas a raíz de sus dudas respecto a que si las mismas tenían origen en el jefe de Gobierno.
Debió el Ejecutivo, en esas circunstancias, enviar señales más que claras, para lograr su cometido.
El espacio del PRO es una fuerza multifacética en la que conviven numerosos agrupamientos que en reiteradas oportunidades hicieron saber de que la única conducción que respetan es la de “Mauricio”.Oscar Moscariello, debió lidiar contra esta “insurgencia” en numerosas oportunidades.
Divergencias K
Por el lado del bloque del Frente para la Victoria las diferencias quedaron en evidencia tras el acuerdo con el PRO para postergar las elecciones comunales. Voceros del espacio político K confirmaron a Parlamentario que tanto Gabriela Cerrutti (Frepaso) y Sebastián Gramajo (ferviente adherente al secretario de Culto de la Nación, Guillermo Olivieri), fueron los convidados de piedra del gran acuerdo macrista-kirchnerista. Ambos legisladores se enteraron de la jugada momento antes de la sesión. Razón por la cual decidieron expresar públicamente su disconformidad. Cerrutti dijo que no compartía el acuerdo entre el PRO y el FpV, mientras que Gramajo, debió sufrir la bronca de los representantes de las juntas vecinales, quienes le manifestaron su disconformidad por la postergación de las elecciones.
Pero lo más llamativo, fue la sugestiva ausencia del titular del bloque, Diego Kravetz, quien viajó el día anterior a tierras cariocas, aunque desde allí anticipó en las primeras horas del día de la sesión que su espacio político acompañaba la postergación de los comicios comunales. La misma situación habría adoptado Juan Cabandié, pero su destino fue Estados Unidos. Otros integrantes del FpV, que estaban al tanto de las negociaciones con el PRO directamente no abrieron su boca.
Esta situación fue lo que provocó un virtual quiebre en el bloque, donde muchos de sus integrantes exigieron explicaciones, más aún de aquellos legisladores que no se identifican con el “albertismo”. Como se puede apreciar el macrismo y el kirchnerismo, con sus internas a cuestas, determinan el andamiaje legislativo, los demás bloques quedan relegados al papel de meros observadores.
Bloque del FpV
Este espacio político tiene como principal sostén al “albertismo”, que permanentemente compite con los legisladores afines al Suther que lidera Víctor Santa María. En las últimas horas se agudizó el enfrentamiento entre ambos sectores. El cuadro de situación del kirchnerismo es el siguiente:
Albertistas: Cristian Asinelli, Diego Kravetz, Silvia La Ruffa, Alicia Bello e Inés Urdapilleta.
Suther: Juan Manuel Olmos y Silvina Pedreira.
Frepaso: Pablo Failde y Gabriela Cerrutti
Transversal: Ivana Centanaro.Tiene aceitadas relaciones. con otros.
La Cámpora: Juan Cabandié
Sebastián Gramajo responde a Guillermo Olivieri pero juega con el jefe de Gabinete
Radiografía del PRO
El bloque oficialista se conforma de tres espacios originarios: Compromiso para el Cambio, Recrear y Juntos por Buenos Aires (neo-peronistas).
Las desavenencias internas hicieron que esa división primaria se multiplicara y que hoy convivan seis micro-espacios a los que voceros macristas oficiosos se preocupan en caracterizar de la siguiente manera:
Macristas puros: Roberto Destéfano, Mónica Lubertino y María Eugenia Vidal. Simplemente Macristas: Néstor Abbas (pro-radical), Martín Ocampo (pro-radical), Oscar Zago (pro-radical), Oscar Moscariello (PDP), Luciana Blasco (responde a Horacio Rodríguez Larreta), Victoria Morales Gorleri (Pastoral Social), Lidia Saya (responde a Rodrigo Herrera Bravo) y Gerardo Luis Ingaramo (respondía a Juan Carlos Blumberg).
Independientes: Avelino Tamargo y Marcelo Meis.
Michettistas: Marcelo Godoy, Martín Borrelli (PF) y Fernando de Andréis.
Recrear: Marta Varela, Enzo Pagani, Carlos Araujo, Jorge Garayalde, María Rodríguez Araya y Diana Martínez Barrios.
Juntos por Buenos Aires: Cristian Ritondo, Diego Santilli, Silvia Majdalani, Alvaro González y Daniel Amoroso (responde a Horacio Rodríguez Larreta).