El senador justicialista por Misiones Luis Viana presentó un proyecto donde solicitó la prórroga por diez años de la ley de Incentivos Forestales Nº 25.080, cuyos beneficios vencen en 2009. Dos son los artículos que el titular de la comisión de Economía e Inversión solicitó aplazar: el 17 y 25, aún cuando aún cuando hubieran vencido con anticipación a la fecha.

En los fundamentos de la iniciativa, el legislador aseguró que la normativa fue sancionada en 1998, es decir contemporáneamente con el inicio de la gran crisis de 2001, que “perjudicó seriamente la concreción de los objetivos buscados por la ley y si no se procede a aprobar una prórroga, los pequeños y medianos productores forestales desaparecerán en beneficio de los grandes sectores, y provocando así una injusta concentración de la riqueza”.

“Hoy, afortunadamente, la crisis va quedando en el olvido, pero los objetivos buscados aún no se han logrado en su totalidad, por lo que resulta necesario prorrogar los beneficios de esta ley, a la que podríamos calificar de progresista, dado que proyecta múltiples beneficios para la economía nacional y las provinciales. Su repercusión en el plano social se verifican por ser una importante fuente de generación de trabajo, sin olvidar su capacidad para impulsar a la industria, como por ejemplo a la producción de bioenergía, tan popular hoy día”, destacó el misionero.

En ese sentido, Viana explicó que “otra situación a tener en cuenta es la necesidad de políticas de largo plazo, ya que estamos ante una actividad productiva que requiere largos plazos de recupero de la inversión, no debemos olvidar que el productor planta hoy lo que la industria va a consumir en diez, 15 ó 20 años”.

“El espíritu que impulsó la sanción de esta ley tenía objetivos muy claros y nobles, lograr el desarrollo armónico de un sector como el forestal, caracterizado por los largos plazos. Argentina es un país agrícola-ganadero, pero que ha descuidado sistemáticamente la industria forestal, a tal punto que ha llegado a provocar la destrucción del 70 por ciento de su superficie boscosa original sin lograr siquiera abastecerse de productos forestales. Para revertir ese déficit y, a la vez, generar saldos exportables, se pensó y materializó la Ley 25080”, concluyó Viana.