Por Julio El Alí

– ¿Por qué se tuvo que sancionar un nuevo sistema para designar jueces subrogantes?

– En el 2004, el Congreso sancionó la Ley 26.080, por la cual dejó de existir esa facultad del Consejo de la Magistratura para nombrar los jueces reemplazantes.

– Pero siguieron en sus funciones…

– Sí, los jueces subrogantes designados continuaron en funciones, y ante la ausencia de una nueva sanción por parte del Congreso, el Consejo entendió que debía seguir ejerciendo aquella facultad, ya sin el sustento legislativo que anteriormente había tenido. Esto era inconstitucional.

– ¿Qué rol cumplió la Corte?

– La Corte Suprema advirtió esta situación realmente peligrosa porque no existía una nueva normativa dictada por el Congreso y podría generarse una situación de caos institucional ante una hipotética catarata de fallos, en tal sentido.

– ¿Cómo impactó el caso Rosza?

– En el caso Rosza la Corte planteó la impugnación de la constitucionalidad del juez subrogante designado que había entendido en esta materia. En este caso sí la Corte dictó un pronunciamiento. Es importante diferenciar una situación de la otra, porque en la actual situación, cuando dicta el fallo Rosza, la Corte actúa como tribunal de Justicia.

– ¿La Corte se mete en otros poderes?

– Al dictar este fallo, la Corte se excede marcada y abiertamente respecto de aquello que le atribuye la Constitución. En esta oportunidad, la Corte ha dicho que son inconstitucionales todas las designaciones de subrogantes, tanto el que actuó en el caso que le fue sometido a su jurisdicción como los demás que hubieran sido designados hasta ese momento dentro del sistema. Se ha permitido indicarle al Congreso lo que tiene que hacer, fijándole un plazo para cumplirlo.

– ¿A usted le molesta estos fallos como el de Luis Patti?

– No hay efectos ‘erga omnes’ de la sentencia de la Corte. Solamente son válidos para el caso planteado en concreto. Es cierto que esos fallos tienen un valor moral e institucional, que muchas veces induce a los tribunales inferiores a seguir el criterio del alto tribunal. Pero el fallo de la Corte es para ese caso en particular y no es aplicable de un modo inmediato a la generalidad de las situaciones similares que pudieran suscitarse.

– ¿Qué opina de sus miembros?

– Soy absolutamente respetuoso de nuestra Corte. La mayoría de sus miembros tienen un nivel realmente altísimo en materia intelectual, académica y moral.

– Pero se mostró fastidioso con la Corte…

– La Corte se intromete en el Parlamento y no me gusta. La Suprema Corte sale del ámbito que la Constitución le asigna y se inmiscuye en lo que es materia del Congreso.