El conflicto entre el Gobierno y el campo se recrudece. La cosa ya estaba suficientemente brava, y el Gobierno lanzó algunas medidas unilaterales que lejos de aplacar los ánimos exacerbaron la cuestión. Productores de un lado, Gobierno del otro. Pero en el medio aparece otro actor que también se ve perjudicado: se trata de los trabajadores rurales, que -dada la parálisis del sector- no están trabajando. Muchos de ellos son jornaleros, que trabajan por día con lo cual sus bolsillos se ven directamente afectados.

¿Cuál es la posición de los trabajadores respecto a este conflicto? Para resolver este planteo, Parlamentario entrevistó a Gerónimo Venegas, secretario general de la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE). No obstante salió a poner paños fríos a la situación y solicitó a través de una conferencia de prensa que “el Gobierno y las entidades se sienten en una misma mesa”.

También habló sobre la situación del PJ y pidió a Kirchner que retome la doctrina de Juan Domingo Perón. Por último desechó las críticas respecto a que el sector rural sea el que más trabajadores en negro posee.

Tres meses

– Ya van casi 90 días de conflicto. ¿Cómo está viviendo esto usted como líder del gremio que agrupa a los trabajadores rurales?

-Profundamente preocupado. En su momento yo fui uno de los dirigentes que tomó una postura de mediador en este conflicto, porque veía que estaba muy difícil la negociación. Yo soy parte del campo, porque mis trabajadores son los que producen, y entonces me preocupé por mediar. Al principio hablé con (Carlos) Tomada (Ministro de Trabajo), (Martín) Lousteau (ex de Economía) y con los presidentes de las entidades. Pero nunca tuve la posibilidad de participar en una reunión, porque cuando se hicieron las rondas, las entidades fueron convocadas directamente y quedé afuera. Pero en algún momento puedo ser útil por los conocimientos que tengo. Es una picardía que quieran apagar fuego con nafta. Mucha gente habla sin conocimiento y sin aportar nada a la discusión. Es necesario que se negocie, porque sino se va a perjudicar mucho al país.

– ¿Quién cree que lo sacó de las negociaciones?

– Nadie. El Gobierno ha tomado contacto directo con las entidades. El problema es que de seguirse profundizando estas medidas vamos a estar en un problema. Tenemos que poner lo mejor de nosotros para que esto se solucione. Ya he hablado también sobre esto con el compañero Hugo Moyano para que pueda acercar a las partes.

– Uno de los argumentos del Gobierno contra el campo es que dicen que en este sector es donde están la mayoría de los trabajadores en negro. ¿Esto es así?

– Hay muchos trabajadores en negro, porque la cultura del campo siempre fue de esa manera. Pero también tienen que reconocer que desde que hemos asumido en el gremio se han blanqueado 600.000 trabajadores, que están inscriptos en el RENATRE (Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores) y tienen la misma cobertura que cualquier otro trabajador. La gran mayoría de los que están en negro pertenecen a la horticultura, cebolla, tabaco… uno lucha todos los días para terminar con esto. Pero necesitamos el acompañamiento del Ministerio de Trabajo en las inspecciones y relevamientos.

– ¿Otro argumento es que los empleados rurales son los que menos ganan?

– No es verdad. El que menos gana, que es el peón, gana 1100 pesos por mes, con casa y comida. Eso es mucho más que los 2500 pesos de cualquier trabajador de la Ciudad. De todos modos, es un salario que está para discutirse ni bien se termine este conflicto. Queríamos re negociar un 25% pero esto paró todo.

– ¿Qué opinan los trabajadores respecto del conflicto?

– Hoy podemos decir que tenemos un gremio absolutamente disciplinado. Desde el momento en que nadie del gremio aparece en piquetes, muestra que éste es un gremio alineado con la conducción nacional y que no fuimos a la Plaza de Mayo también demuestra que somos orgánicos. Los 600 mil trabajadores registrados son leales.

– Muchas veces se lo castiga como el malo de la película…

– No, la postura del gremio es mediar. Yo estoy pagando las mismas consecuencias que está sintiendo cualquier otro trabajador. Acá cuando no se trabaja, el jornalero no cobra el jornal. Y así la están pasando obreros de distintos gremios, porque hay muchos industriales que, al no funcionar el campo, no pueden trabajar. Acá quien tiene que solucionar esto se llama Cristina Fernández de Kirchner que es la presidenta. Ella tiene que convocar al sector agropecuario y solucionar el tema.

– ¿Pero usted cree que hay vocación de diálogo?

– Yo creo que sí. Lo han intentado. Ellos dicen que no van a negociar bajo presión y probablemente tengan razón. Pero para que no haya presión tiene que haber una mesa seria, responsable y creíble, que se hable con conocimientos básicos. Porque no es lo mismo la producción primaria de un pequeño, que un pool de siembra. Son cosas muy distantes. Además el pool de siembra, no gasta su ganancia en la carnicería ni en el almacén del pueblo, sino que se la lleva. Ellos siembran para ganar, no para hacer su vida del campo. El pool no genera mano de obra.

– Si esto continúa, ¿cuáles cree que serán las consecuencias para el país?

– Si esto se sigue endureciendo sería una lástima. Tenemos un país que tiene ventajas comparativas para salir de todos los males que lo afectan. Un kilo de alimento va a valer más que un kilo de Mercedes Benz. No sé por qué este país, con todo el potencial de producción que tiene, no está produciendo. La consigna debería ser producir, producir y producir y de esa forma salir de todos los males que tiene.

¿Cuestión política?

– ¿Cómo se soluciona el conflicto?

– Sentándose en una mesa y entendiendo que fueron las medidas, las retenciones, las que hicieron que los pequeños tuvieran que salir. Si no hay rentabilidad primaria, no hay posibilidad de reinvertir. El pequeño, a diferencia de los pooles, reinvierte y el dinero se queda en el país. Las 4×4 que tanto se critican las produce el país, y es el mercado interno que hay que poner en marcha.
El Gobierno y las entidades del campo se tienen que sentar a discutir seriamente este tema. La compañera Presidenta habló sobre el hambre del mundo en el discurso de la FAO. Debería traer sus discursos a la realidad del país para que la Argentina sea un aporte importante al hambre mundial. Además el agrocombustible avanza y muchos alimentos se van a usar para hacer combustibles. Este país tiene que salir de este conflicto y avanzar seriamente.

– ¿Hay que retrotraer las retenciones al 11 de marzo como pide el campo?

– No sé si retrotraer. Porque también se pueden contemplar otras cosas que tienen que ver. Por ejemplo, la leche vale 0,78 en la venta primaria y 3 pesos en la góndola. Entonces hay que atacar otros temas que van encareciendo la cadena de la producción.

– Algunos dicen que la protesta del campo es golpista. ¿Usted está de acuerdo con esta postura?

– No sé si es así. Yo no estoy participando de los piquetes y no sé qué piensan. Pero no creo de ningún punto de vista que esto sea para derrocar al Gobierno. Eva Perón decía que donde hay una necesidad hay un derecho. Yo creo que acá hay un derecho que les asiste a la producción. Pero hablan tantas cosas que uno no sabe qué piensan los demás.

– ¿Pero hay afán político en la protesta o no?

– No, para nada. Yo creo que si se soluciona este problema esta gente se va inmediatamente a producir al campo. No están en ninguna política si no todo lo contrario. Es cierto que hay gente que aprovecha esta situación para sacar rédito político. Hay gente que no voy a nombrar que recorre los piquetes buscando réditos políticos… pero en los manifestantes no hay ningún interés político.

Cuestión de doctrina

– Como peronista, ¿Qué opinión le merece el documento emitido por el Partido Justicialista respecto al conflicto?

– Fue un documento duro. No lo veo muy negociador. Aleja más a las partes que lo que los acerca. Acá desde el partido político se puede pensar una cosa, pero no creo que sea lo mismo el análisis de un Gobierno. El Gobierno en general tiene otra política que es la de solucionar los problemas de la gente, solucionar los conflictos. Viéndolo desde el partido, se pensó que había que sacar ese documento. Pero no creo que sea el pensamiento de la Presidenta.

– ¿Cree que la dureza del documento dividió al peronismo?

– No, tal vez sólo a algunos dirigentes que no estaban de acuerdo. El fuego se apaga con agua o arena, no con nafta. Si queremos salir del conflicto tenemos que mediar en esta situación.

– ¿Por qué no fue al acto del PJ en Almagro?

– Porque hubiera sido tomar partido por un lado o por el otro. Esto demuestra que estoy en una posición mediadora. Tampoco fui a Rosario.

– Si el Gobierno conforma una mesa chica, ¿Iría?

– Sí, absolutamente. Yo estoy para mediar seriamente.

– El Gobierno dice que no necesita mediadores…

– Mejor si no lo necesita. Porque eso implica que hay consenso y voluntad de negociar. El problema es que cuando se endurecen las posiciones. Ahí se hacen necesarios los intermediarios, porque hay que poner cordura en todo esto.

– ¿Cuánto perjudicó el conflicto al país?

– Muchísimo. Se han perdido más 3.000 millones de dólares con el conflicto y todavía no ha terminado. Esto ha perjudicado mucho al país.

– Se normalizó el PJ, ¿se terminó la obediencia debida?

– Yo siempre pedí públicamente, que el PJ se normalice. En la última elección el justicialismo se llevó el 62% de los votos, entre los tres candidatos. Entonces si el PJ es una mayoría absoluta, la mayoría tiene que tener un referente a nivel nacional que sea convocante, lo organice y discipline. Esperemos que después de que termine el conflicto esa conducción se dedique a bajar línea orgánica hacia el interior y organizar los partidos provinciales. Y que el partido funcione como quería el general Perón.

– ¿Kirchner puede lograr todo esto que usted plantea?

– Yo creo que lo va a tener que intentar. Siempre que él tenga las bases que comulguen con este peronismo que queremos nosotros, que es el de Perón. Acá no hay otro peronismo que el que fue escrito por Juan Perón en su doctrina, un peronismo que viene ganando elección tras elección

– De Vido, dijo que éste no es un momento para tibios. ¿Está de acuerdo con la frase?

– Puede ser. El país necesita gente que tenga lo que tiene que tener.