El recinto del Senado argentino fue escenario de un acalorado debate en torno de la situación que se vive en Colombia por el accionar de las FARC.

Fue en el marco de una conferencia sobre derecho humanitario que organizó la senadora Sonia Escudero, en la que disertó el diputado venezolano y presidente alterno del Parlamento Latinoamericano (Parlatino) Amílcar Figueroa y su par colombiano Roy Barreras. La discusión tuvo como moderador al vicepresidente de la Cámara alta, el salteño Juan Carlos Romero.

Al término de la conferencia, “se aprobó una declaración repudiando los secuestros y solicitando la inmediata liberación de las personas en poder de las FARC”, indicó la salteña Escudero.

Amílcar Figueroa, cabe aclarar, está siendo investigado por el gobierno de Colombia por su supuesta colaboración con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), luego de que su nombre apareciera –junto al de otros políticos, periodistas y sindicalistas- en una de las computadoras secuestradas en el operativo militar en el que perdió la vida el ex número dos de las FARC Raúl Reyes.

Sus declaraciones ante parlamentarios de la región (participaron más de 70) causaron gran revuelo durante la conferencia que se desarrolló durante dos días en el Senado argentino.

El senador Romero, dio inicio al debate señalando que se trataba de un “tema muy sensible”, por cuanto “en contextos de conflictos armados la sociedad civil se encuentra en una situación muy vulnerable”. Finalizó agregando que: “hacemos votos para que la población no sufra consecuencias” y que ello es lo que persigue el derecho internacional humanitario.

Amílcar Figueroa se despachó contra el régimen de Alvaro Uribe. Entre otros comentarios, dijo que el estado colombiano no había resuelto el conflicto porque “no tiene autonomía” y que “responde más a fuerzas imperialistas”. Además, sostuvo que “no ha tenido voluntad política de sentarse a una misma mesa de negociación con los diferentes actores”.

El parlamentario reiteró que Colombia responde a un plan imperialista, y que “no ha hecho más que poblar de bases militares la frontera con Venezuela”. Y pronunció una de las frases más urticantes que se escucharon en la conferencia: “las fuerzas paramilitares son una extensión del gobierno colombiano”, dijo el venezolano.

Roy Barreras, diputado colombiano, le respondió en forma contundente: “el crimen, el narcotráfico y el terrorismo no son un problema de Colombia sino de la democracia del mundo y la región”. Y exclamó: “Todavía hablan de la burguesía enfrentando a la izquierda revolucionaria”.

Luego de proyectar dos videos con imágenes de fuerte impacto sobre el accionar de la guerrilla colombiana, finalizó su ponencia destacando que: “el enemigo común es el narcoterrorismo”, que constituye “una amenaza para la democracia, y ésta es el único camino”.

El representante del Alto Comisionado por la Paz, Eduardo González Mora, por su parte, brindó un minucioso informe, detallando que el descenso de los índices de secuestros (de 2.800 en 2002 a 179 en 2008), al igual que los atentados terroristas. Asimismo, se explayó sobre las estrategias desarrolladas por el gobierno colombiano, donde se destaca el trabajo realizado para atacar la principal fuente de financiamiento de las FARC que consiste básicamente en la erradicación de los cultivos de coca.

Al término del encuentro, se aprobaron sendas declaraciones, una de ellas referida a la situación humanitaria en Colombia, expresando su apoyo “en pos de avanzar con los acuerdos humanitarios” y manifestando “la necesidad de encontrar mecanismos que permitan terminar con los secuestros, expresando repudio a esta injustificable práctica, y reclamando la inmediata liberación, sin condición alguna, de las personas secuestradas”, explicó la senadora Sonia Escudero.