La Cámara de Diputados aprobó el proyecto por el cual se prohíbe a partir del 31 de diciembre de 2010, la importación y comercialización de lámparas incandescentes de uso residencial. "Si la soberbia de algunos diputados sería fluorescente, diputado Kunkel, tendríamos energía para rato", disparó el diputado Juan Carlos Morán.
El oficialismo de la Cámara baja logró imponer su número para que se apruebe un proyecto de ley denominado “lamparitas”, a pesar del enojo de la oposición por creer que “el Congreso debate otra cosa que la que exige la sociedad”.
El proyecto tuvo 138 votos a favor y 11 en contra.
En búsqueda de una racionalización de la energía eléctrica, el Gobierno nacional envió al Congreso una iniciativa -“lamparitas”- que prohíbe a partir del 31 de diciembre de 2010, la importación y comercialización de lámparas incandescentes de uso residencial.
Pero desde la UCR, la Coalición Cívica, el Movimiento Popular Neuquino, el FREJULI no apoyaron al proyecto del Gobierno nacional, al cual le realizaron varias objeciones.
Entre ellas, el titular de la bancada Oscar Aguad remarcó que “hace falta discutir los problemas de fondo. Con la ley de las lamparitas no solucionamos el tema energético”.
“Esta crisis energética es más grave que la crisis del campo, es más grave que la deuda externa, es más grave que cualquier problema que tenga la Argentina y que se pueda solucionar. La crisis energética compromete nuestra soberanía. Este año nuestra crisis nos va a costar cerca de 4.000 millones de dólares, y además nuestra dependencia con quienes producen esta matriz productiva. No considero trascendente tratar este proyecto de ley, el que vamos a rechazar desde nuestro bloque”, sostuvo Aguad.
En tanto, el socialista Roy Cortina y la arista Nelida Belaous manifestaron el apoyo de sus bloques al proyecto del Ejecutivo.
Sin embargo, el diputado Juan Carlos Morán (Coalición Cívica) hizo alusión al plan energético. “No solo que no se alcanzaron las metas prometidas, sino que los que nosotros entendimos que iba a ser un reconocimiento de la crisis, que desembocara en una discusión integral de un plan energético para nuestro país; terminó sólo en anuncios, titulares, mentiras y ahora engaños como este de las lamparitas de bajo consumo tratando de desviar la atención de cuestiones de mayor relevancia que se esconden bajo la alfombra”.
“Mientras no debatimos estos temas, sigue el festival de subsidios, en este clientelismo institucional y económico que ha generado este Gobierno se han gastado en 5 meses, el 82% de los subsidios energéticos, y aun no ha entrado el invierno. Y siguen sin declarar la emergencia energética”, aseguró Morán.
Al jóven diputado Morán, le respondió el diputado cordobés Arturo Heredia: “No estamos cansado y estamos con las pelotas bien puestas, con las energías tratando energía”.
“Estamos crisis de crecimiento”, definió Heredia.
Al periodista cordobés le respondió Morán que “si la soberbia de algunos diputados, diputado Kunkel, fuera fluorescente, tendríamos energía para rato”. Esta dura frase fue abucheada por el kirchnerismo.
Luego, la moción del radical Oscar Aguad para pasar a cuarto intermedio para analizar
la situacion de Córdoba.
Esto fue rechazado y la oposición se levantó.
La diputada kirchnerista María Teresa García, miembro informante del oficialismo, presidenta de la Comisión de Comercio, consideró que es “indiscutible” que se deben reemplazar las lámparitas incandescentes pero “hay que hacer más consultas a la Secretaría de Energía”.
Uno de los puntos que resulta con objeciones por parte de las industrias es la prohibición de “producción” porque muchas de estas exportan a otros paises que utilizan esta tecnología. Esto fue sacado del texto.
Por otra parte, cabe señalar que el proyecto faculta al Poder Ejecutivo a establecer excepciones por razones técnicas, funcionales y operativas, sobre productos que lo ameriten.
Asimismo le da al Poder Ejecutivo la facultad de dictar las medidas necesarias para facilitar la importación de lámparas de bajo consumo, sus partes, insumos, componentes /o el equipamiento (liberación de gravámenes y tributos de importación).
La medida obtuvo el beneplácito de la organización ecologista Greenpeace, que ya había pedido al Gobierno que se eliminaran las lamparitas incandescentes a partir de inicios de 2010, pero la Presidenta replicó que había que otorgarles a los fabricantes de las bombillas un plazo para poder reconvertirse.
Al anunciar el plan, Cristina sostuvo que se trata de “una decisión de política ambiental y de complementariedad con este programa de uso racional y eficiente de la energía. La convocatoria que estamos haciendo en forma voluntaria para todos los argentinos va a tener imperio de ley a partir del 31 de diciembre de 2010”.
Empero, consideró la propuesta como “viable, factible y conveniente” y fue recogida para su instrumentación. A su vez, Greenpeace destacó en un comunicado que “de ser aprobada la ley por el Congreso, Argentina se sumaría al creciente grupo de países que han puesto fecha límite para la comercialización de dichas lámparas”.
