El ministro de Justicia admitió que hasta podría ser modificado por el Parlamento, aunque esperan que eso no suceda y se apruebe tal cual se envió.
Es hora de descomprimir. Esa es la sensación imperante en parte del Gobierno, donde se han hecho eco de las demandas de más de un legislador oficialista que ya les hizo saber de las presiones que están soportando y soportarán en sus terruños en los próximos días.
En ese marco deben considerarse las declaraciones de Aníbal Fernández, titular de la cartera de Justicia y Seguridad, quien dijo que “en el Congreso se va a debatir, y una de las posibilidades es que salga como está. Es pasible de modificarse, ahora esto no quiere decir que si se aprueba tal como está no tenga valor”.
En la misma línea el jefe de Gabinete se pronunció, diciendo que si el Gobierno envió el proyecto sobre las retenciones móviles es para que se debata, aunque también deslizó su esperanza porque “el Parlamento nos de la razón”.
A su vez el ministro del Interior, Florencio Randazzo, sostuvo que la iniciativa del Ejecutivo sobre retenciones se va a discutir “como cualquier otro proyecto”.
“Si hay otra posición, seremos respetuosos de la posición que surja del Parlamento”, afirmó Randazzo.
Aníbal Fernández resaltó que la presidenta Cristina Kirchner “hizo un gesto enorme al enviar el proyecto al Congreso cuando no le corresponde”. Además, aclaró que la iniciativa enviada al Congreso puede ser modificada, aunque destacó que tendrá “valor” también si se aprueba “tal como está”.
De todos modos, el kirchnerismo advirtió que no se debatirán las polémicas alícuotas.
En ese sentido, el oficialismo anticipó que la alícuota de retenciones móviles a las exportaciones de granos “es una resolución administrativa que el Congreso no podrá modificar”, y remarcó que su intención es “darle debate” al resto del proyecto de ley que la presidenta Cristina Kirchner envió a la Cámara baja.
La idea del kirchnerismo es que la oposición y los posibles díscolos de su bloque no se quejen de “un debate cerrado”, pero no entrará en discusión el tema clave.
A su vez, Alberto Fernández destacó que el Gobierno confía en que “si este debate se da francamente, claramente la mayoría de los diputados” los tendría que “acompañar”, y dejó claro de esta manera que la “expectativa del gobierno es que el Parlamento nos de la razón”.
Sin embargo, aseguró que el Gobierno no le dice a “ningún diputado lo que tiene que hacer o dejar de hacer”.
